sábado, 18 de marzo de 2017

Los vascos


El amigo Juan All me amenazó como si esgrimiera en la mano una daga lista para clavarse en mis intestinos y salir chorreando sangre: “¡¿renegás de la raza de tu padre?!”

A los 20 años caí en la cuenta de que el apellido Nig era un bolazo. En los documentos decía Ng y la pronunciación se parecía a una n, ¿de dónde salió la i? Fue una ocurrencia de un escribano, para que pudiera ser pronunciado. Pero entonces ¿por qué no era nag, nug, ang, ngo, ango, enga, unger o mangiatutti? Eliminé la i y las pronunciaciones nig y nij que usábamos, y establecí el deletreo.
Fui el primer Ng que usó el deletreo, que produce un apellido diferente de idioma en idioma y que es tan bolazo como nig.

Se diría que el auténtico es el pronunciado con una de las n nasales del idioma cantonés.
Pero un día alguien anotó que ese era el apellido de un chino que luego heredó a sus hijos. Aquella remota anotación es también un bolazo, porque fue la ocurrencia de alguien.

Sin embargo, me sentí profundamente mal cuando otro amigo de San Nicolás me reprochó: “¿Así que ya no sos más Nig? ¿Así que ahora te llamás ‘ene-gé’?”
Una parte de mí le dio toda la razón.
Se me vino a la cabeza esa chamarrita que ordena “no te olvidés del pago si te vas a la ciudad”.
Yo estaba traicionando a mi padre Nig, a mi madre, señora de Nig, a mi hermana, a todos mis ancestros chinos.
Estaba la chamarrita y también Luis Landriscina, haciendo una marcha de desagravio por la presencia en Argentina de The Cure, y estaba Argentino Luna recomendando al amigo “mire que es lindo mi país, paisano, ¡rompa el boleto ese que tiene ahí!”, y hasta Rosendo Rimoldi Fraga con sus alaridos patrióticos: “¡Argentino! ¡Argentino! ¡Argentino hasta la muerte!”

Este segundo amigo es de apellido Eseverri: vasco. No sé si habrá traicionado su sangre vasca.
Por ejemplo, si ignorás tu ascendencia ¿la traicionás?
“Yo soy argentino, nací en esta tierra”, he escuchado. Pero ¿no es renegar de la sangre de tus padres o abuelos andar declamando “yo no soy gringo” o “no soy gallego”?

En los últimos años me he dado a cultivar mi origen chino.
Inicié un medio de comunicación para relacionar Argentina con China, viajé a Guangdong a conocer la casa donde nació mi padre, tengo trato con la colectividad china en Argentina.
Puedo decir “soy chino”.
Pero esa declaración es un poco equívoca porque implica en mayor o menor medida que no soy otra cosa.
Los orígenes tienden a ser concebidos como exclusivos.

Si yo mañana salgo a decir que soy vasco, después de haber hecho tan fuerte afirmación de ser chino, voy a producir desde risa hasta la certeza de que soy un avivado porque soy “lo que conviene” en cada ocasión.

Y sin embargo, ¿quién es exclusivamente vasco, o italiano o gallego?
Alguien puede decir que sus antepasados son todos vascos, pero los vascos llegaron de algún otro lugar, porque el País Vasco no estuvo siempre habitado.

Todos los humanos son producto de una mezcla que surgió de los flujos y reflujos de población mundial a lo largo de cientos de miles de años. Hay diferencias de aspecto o estructura que pueden ser muy evidentes, pero en el conjunto de nuestra forma son despreciables. Todos los humanos estuvimos conectados por una red por la que fluyeron los genes -de otra manera habría razas humanas, o sea personas cuya distancia genética impediría que den descendencia.

La idea de pureza racial (o religiosa, o cultural) suele aparecer cuando un sector o una determinada sociedad quiere someter a los demás. La pureza suele esgrimirse como justificación del sometimiento.
Esto va desde el nazismo con su raza aria, hasta las familias tradicionales de San Nicolás que se sienten con más derecho a la ciudad que los negros que llegaron después.

Así que acá nos tienen, con desparpajado orgullo, a Tissera, apellido es de origen italiano, y a Ng, de origen chino, unidos por el origen vasco.



7 comentarios:

  1. vio las consecuencias que produce la alquimia de un continente que se nutre de savia ancestral, mestiza; en un siglo en el que cada uno decide que es lo que quiere ser...

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  2. Toda herencia es dificil de manejar. El orgullo de pertenecer siempre es vanidad, un vicio dificil de evitar, pero bien ejercido puede llegar a ser una virtud.

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