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miércoles, 30 de junio de 2010

Poetas españoles

FRANCISCO AYALA: «(…) El olfato de Juan Ramón (Jiménez) se extiende hasta lo inconcebible. Uno lo llama por teléfono. El poeta se queja: “¿No sabe usted lo malo que me pone el cigarro?”. “¿Pero por teléfono, Juan Ramón?” “A ver, no me va a decir que usted no está fumando.” Y efectivamente, uno está fumando. Ya no dicta clases, lo que es un alivio para la Universidad. Empezó con mucho empuje, queriendo dar dos cursos, uno de poética y otro de Historia literaria. En ambos dio siempre la misma clase, en que atacaba a la misma gente: “¿Azorín? Buen sinvergüenza es Azorín. Un vendido. ¿Y Unamuno? Un genuflexo. ¿Y el delicado poeta Antonio Machado? Un hombre que vivía en medio de la mugre. Como nunca en la vida se había descalzado, la suela y la planta de los pies se le habían unido. Estaba herrado y caminaba como un ánade”».


1956. Jueves, 16 de agosto.


Del diario Borges, de A. Bioy Casares

1 comentario:

  1. A Don Juan Ramón Giménez le tengo un cariño especial por una musicalidad poética que me instaló en el alma por los tiempos en que yo estaba en la primaria...Habrá sido por 5º o 6º grado...el asunto es que me presentaron en la escuela una poesía suya cuyo enigma todavía me acompaña: ¿Está la luna en el pino? Esta poesía se me hace presente con su pregunta cada vez que veo la luna en un pino, en un árbol o a través de algo...o cuando el cielo se pone violeta. Y con ella he taladrado lo suficiente a mis parientes...Se llama la Balada de la luna. Yo la recuerdo así. La adaptación personal que he construído con los años dice...

    Está la luna en el pino,
    rosa en el cielo violeta...
    Hoy viaja en una carreta,
    muerto y sin rumor el pino...

    ¿Está la luna en el pino?

    Pero parece que era así como sigue:

    Balada de la luna

    La luna estaba en un pino,
    rosa en el cielo violeta...
    Hoy viene en una carreta,
    muerto y sin rumor, el pino...

    ¿Vendrá la luna en el pino?

    Sobre el polvo del camino,
    ¡oh, qué frescura violeta!
    ¡Cómo gime la carreta
    por el morado camino!

    ¿Vendrá la luna en el pino?

    ¡Cuán blandamente va el pino
    rozando el suelo violeta!
    Llanto verde la carreta
    llora, del verdor del pino...

    ¿Vendrá la luna en el pino?

    ¿Dónde está el lirio divino
    de aquel naciente violeta?
    ¿Lleva, rosa la carreta,
    como un esplendor divino?

    ¿Vendrá la luna en el pino?

    La luna estaba en el pino;
    hoy viene en una carreta,
    muerto y sin rumor, el pino...

    ¿Vendrá la luna en el pino?

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