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miércoles, 1 de diciembre de 2010

Sin impulso


Al hindú no le encanta la gracia de los animales. Más bien los mira de reojo.
No le gustan los perros. Los perros no son reservados. (…)
El hindú aprecia la sabiduría, la meditación. Siente afinidad con la vaca y el elefante, que existen para adentro, que viven de algún modo retirados. Al hindú le gustan los animales que no dan las «gracias» y que no hacen demasiadas cabriolas.
(…)
El camello, para los orientales, es muy superior al caballo; un caballo al trote o al galope, tiene siempre el aire de hacer sport. No corre, se agita. El camello, al contrario, adelanta con un paso armonioso.
A propósito de vacas y de elefantes, tengo algo que decir. No me gustan los escribanos. Vacas y elefantes: animales sin impulso, escribanos.

Fragmento de Un bárbaro en Asia, de Henri Michaux



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