John Linnell, leader of Might Be Giants: "I think I was collecting possible song ideas and, for some reason, I ended up looking in the phone book, and there were about four pages of this name that contains no vowels, Ng. I was fascinated because it's a name I didn't know about before, and it was filling up a large chunk of the Manhattan white pages. I called up some of the numbers kind of experimentally to find out how it was pronounced, and I got the phone machine of a Dr. Ng and I was kind of relieved. The message said, "Dr. Ng is not in," and I had my material." (Pitchfork Magazine, 1996).
Ligeras anotaciones que hace Gustavo Ng de asuntos que piensa o encuentra escritos en libros mientras va en colectivo y luego comenta con tal o cual persona.
Páginas
▼
jueves, 29 de diciembre de 2011
miércoles, 28 de diciembre de 2011
Encuesta de villancicos
Luego de largo debate arribamos por aquí a dos temas preferidos de Navidad.
El voto polaco fue a Tom Waits:
El voto chino fue a Ryuchi Sakamoto:
Me encantaría seguir esta encuesta.
El voto polaco fue a Tom Waits:
El voto chino fue a Ryuchi Sakamoto:
Me encantaría seguir esta encuesta.
martes, 27 de diciembre de 2011
Un año más
Año nuevo...
Este cinto que me acabo de poner tiene tres, cuatro años. Los otros días me miré la camiseta: me la había comprado hace... uf, antes de que Irina naciera, 16 años por lo menos. Tengo el reloj que me regaló mi vieja cuando cumplí 18: hace 31 años.
31 años. Tremendo reloj. Citizen.
Tengo 49. Si me lo regalaran hoy podría decir "lo tengo desde hace 31 años" cuando tenga 80 años.
O sea, empezaré a tener cosas por última vez.
O sea, la cobardía me convence completamente de algo que dijo Daniel Santoro: "en lo único que puedo creer es en el corto plazo".
Este cinto que me acabo de poner tiene tres, cuatro años. Los otros días me miré la camiseta: me la había comprado hace... uf, antes de que Irina naciera, 16 años por lo menos. Tengo el reloj que me regaló mi vieja cuando cumplí 18: hace 31 años.
31 años. Tremendo reloj. Citizen.
Tengo 49. Si me lo regalaran hoy podría decir "lo tengo desde hace 31 años" cuando tenga 80 años.
O sea, empezaré a tener cosas por última vez.
O sea, la cobardía me convence completamente de algo que dijo Daniel Santoro: "en lo único que puedo creer es en el corto plazo".
viernes, 23 de diciembre de 2011
lunes, 19 de diciembre de 2011
Guía para padrinos y madrinas
Siendo que nuestros hijos no son bautizados pero valoramos que tuvieran padrinos y madrinas, hace unos años escribimos esta bula en base a instrucciones que nos había dado nuestra tía Irma:
Buenos Aires, 23 de Marzo de 2006
Bula de Padrinazgo
VISTO que tener PADRINOS es muy bueno y
que tener AHIJADOS es igualmente bueno,
y
CONSIDERANDO que el mundo se está yendo al carajo y ya está de lado del carajo la buena institución del PADRINAZGO,
RESOLVEMOS dejar sentados en estos preceptos los términos de la relación que de aquí en más tendremos con nuestros ahijados.
1° Los PADRINOS deberán hacerse llamar Padrino y Madrina por su AHIJADA (esto fue escrito para la asignación de padrinos y madrinas de Elena Makovsky e Irina Ng -apellidos que, por cierto, no derrochan cristiandad- de modo que no necesitaron incluir el género masculino; obviamente la bula vale para varones). Aunque no connota ninguna obligación, no estaría demás que entre PADRINOS y padres de la AHIJADA se llamen mutuamente COMPADRE y COMADRE.
2° Los PADRINOS sabrán qué cosas le gustan a la AHIJADA.
3° Los PADRINOS contribuirán a la formación de su AHIJADA en algo que la AHIJADA haga bien y le guste hacer, y esté fuera del campo de sus padres.
4° Los PADRINOS intentarán iniciar a su AHIJADA en algo que les guste a ellos.
5° Los PADRINOS le darán a su AHIJADA sendos retratos de sí.
6° Los PADRINOS se pondrán de acuerdo para sacarle a su AHIJADA una foto cada año, siempre en la misma fecha, hasta que la AHIJADA sea mayor de edad.
7° Los PADRINOS velarán por la vida de su AHIJADA en caso de que mueran sus padres o asistirán significativamente a su crianza en caso de que muera uno solo de sus padres.
8° O si sus padres o uno de sus padres sufre cualquier tipo de crisis.
9° Los PADRINOS habrán de vigilar cómo los padres crían a su AHIJADA y comentarán con los padres sus observaciones.
10° Los PADRINOS harán a su AHIJADA regalos para: 1) Cumpleaños, 2) Navidad, 3) Día del Niño.
11° Los PADRINOS establecerán con su AHIJADA una relación exclusiva, de modo que la AHIJADA puede consultar con sus PADRINOS algún asunto que le sea imposible charlar con sus padres, maestros, etc.
12° Los PADRINOS estarán presentes en los momentos clave de la vida de su AHIJADA, como las diferentes graduaciones, el matrimonio, nacimiento de hijos, divorcio, gran emprendimiento, cruce de las grandes aguas, etc.
13° Los PADRINOS le mandarán a su AHIJADA una postal del lugar donde están cuando se vayan de vacaciones.
14° Los PADRINOS procurarán conseguirle trabajo a su AHIJADA si su AHIJADA así se lo solicita.
15° Los PADRINOS admitirán que la relación entre PADRINOS y AHIJADA no es recíproca. La AHIJADA no le deberá a sus PADRINOS nada de lo que los PADRINOS le hayan dado en calidad de PADRINOS. Los PADRINOS se bancarán inclusive que su AHIJADA los desaire, entendiendo que la AHIJADA no los ha elegido como PADRINOS —y que ni siquiera ha elegido tener PADRINOS.
16° Los PADRINOS deberán cumplir todos estos preceptos. En caso contrario, la AHIJADA podrá caducar a uno de los dos o a ambos.
17° Finalmente, los PADRINOS tendrán derecho a nombrar a uno o ambos padres de su AHIJADA como PADRINO o MADRINA de sus hijos.
18° Cúmplase.
viernes, 16 de diciembre de 2011
La nueva casa del gato
Cuando un gato es llevado a una casa nueva, se esconde detrás de algo. Es muy difícil encontrarlo, pero no es necesario, porque ya aparecerá. No huyó ni volvió a la antigua casa: su objetivo es saber dónde está, para moverse bien —bien como los gatos: perfectamente. Irá saliendo de a poco, hasta que reconozca íntimamente cada detalle del nuevo ámbito, incluso los que los humanos jamás perciben, como el lugar donde la pared vibra, donde el piso está más fresco, el sillón que tiene menos ácaros, donde corre una brisa seca, o donde a veces llega un aroma a nido de pájaro, donde se forma una burbuja de silencio, y vaya a saber qué más.
6 de abril de 2011
Recuerdo del Cuplé del timbero
Los murguistas juzgan al timbero, él admite el vicio, pero cuando le dicen “hay gente que nunca ha jugado en su vida”, responde: “Eso es imposible lo explico enseguida”, y detalla:
Son timba todas las cosas
Se los voy a demostrar
Si ustedes no me interrumpen
Y me dejan relatar
Si cruzamos con la roja
Es una timba seguro
Y es timba recomendar un amigo p'al laburo
Es timba comprar barato en una liquidación
Y es timba llamar al service
Para la televisión
Es timba salir con ella
Si recién la conoces
Y es timba cuando ella dice
Hoy dejá no te cuidés
Es timba los dos paquetes
De cigarros que fumás
O cuando das un examen
Aunque mucho no sepás
La gente toda timbera
Ya verán que no les miento
Fijense que todavía
Sigue habiendo casamiento
Que me escuchen les pido murguistas
Por que mi deseo es de compartir
Mi experiencia en esta platea
En ese gran juego que es el de vivir
Cuando niños jugamos contentos
A el hermoso juego de las escondidas
Cuando grandes pasamos buscando
Pero la quedamos toditos los días
El cuplé tiene otros aditamentos que lo hacen genial.
miércoles, 14 de diciembre de 2011
El otro verbo
Ellos otran
Vosotros otráis
Nosotros otramos
Él otra
Tú otras
Yo otro
Yo otraría, otré, hube otrado, otraré
Ellos los otradores
Ellos los desotradores
A veces nos otramos
El libro de Mauricio y Ana, Constructores de otredad
El estado otro
Practicando el otrismo
Tú, el otro,
Yo, el otro otro
Un proceso de permanente enotrización
Cómo me hice vegetariano
¿En qué consiste exactamente la diferencia entre la carne de vaca y la de banana? ¿Qué una se mueve y la otra no? Los vegetales no caminan pero se mueven. ¿Es un asunto de velocidad? ¿Cuál es entonces el límite de velocidad trasgredido el cual el vegetarianismo no come la criatura? Si las radichetas lo conocieran tal vez se apurarían.
¿La diferencia es la grasa? Hay animales magros como las anchoas y vegetales grasosos como el maní.
La discusión es quizás inagotable. No la voy a reproducir, ya me harté de hacerla en la época en que quería hacerme vegetariano pero no encontraba una razón valedera.
Pero bueno, ¿cómo explico entonces que me he hecho, al fin vegetariano?
Un solo criterio no pude cuestionarlo. Lo hizo un hindú —¿quién, si no? A la pregunta que le hice a los vegetarianos inclaudicablemente durante años sin jamás oír un argumento convincente, a saber: ¿por qué característica del animal de la que carece el vegetal me abstendría de comerlo?, a esa pregunta el hindú me respondió con dos palabras que me cerraron la boca: la inteligencia. No dijo más. Pero a mí se me revolvió todo. Me pregunté si la inteligencia conlleva la conciencia de la muerte, que nos iguala al ser que nos devoramos. Me pregunté si no tendría efectos sobre mí comerme razonamientos, una percepción del mundo, unas explicaciones, previsiones, sueños, deseos, anhelos. Pensé en todos los pensamientos que me quedaban por pensar, sin ir más lejos el mismo que estaba pensando en ese momento, y lo espantoso que sería que alguien no les permitiera existir sólo porque le apeteciera zamparse unas costillas de mí lacradas con caramelo y pimienta.
Aquellas dos palabras del hindú me resultaron suculentas y demoledoras. Sin embargo, he de advertir que tengo la sospecha de que su efecto sea acaso temerario. Tal vez en algún momento empiece a preguntarme qué es la inteligencia y si realmente excluye al mundo vegetal.
Todos poetas
Se leen poemas que no se entienden, mamarrachos, y entonces se pregunta qué es poesía, porque si hay que aceptar que cualquier cosa es poesía ya no tenemos criterio y entonces todo es poesía y entonces nada es poesía.
Kurt Vonnegut puso en un dibujante armenio esta indicación para cuando le preguntaron lo mismo en la pintura: cuando hayas visto 10.000 muestras de obras, no tendrás ninguna duda.
A mí se me aparece la poesía cuando alguien nombra algo, y en el nombrarlo dice algo más.
Creo que así entendía la metáfora Paul Ricoeur, aunque para él esto era un atributo del lenguaje humano, no de los poetas. Pero ¿cuál es la oposición? Entonces, todos los humanos son poetas -y ahí viene de nuevo, si todos los humanos son poetas entonces ninguno lo es... Pues no. No me trago ese razonamiento por impecable que sea en la lógica. Si todos los humanos, al nombrar, abren la hendija para que entre en el mundo un sentido que antes no existía, son todos poetas.
Kurt Vonnegut puso en un dibujante armenio esta indicación para cuando le preguntaron lo mismo en la pintura: cuando hayas visto 10.000 muestras de obras, no tendrás ninguna duda.
A mí se me aparece la poesía cuando alguien nombra algo, y en el nombrarlo dice algo más.
Creo que así entendía la metáfora Paul Ricoeur, aunque para él esto era un atributo del lenguaje humano, no de los poetas. Pero ¿cuál es la oposición? Entonces, todos los humanos son poetas -y ahí viene de nuevo, si todos los humanos son poetas entonces ninguno lo es... Pues no. No me trago ese razonamiento por impecable que sea en la lógica. Si todos los humanos, al nombrar, abren la hendija para que entre en el mundo un sentido que antes no existía, son todos poetas.
jueves, 1 de diciembre de 2011
Besos
En chino "beso" suena algo así como güeñ, con acento en la ñ.
Es notablemente más lindo en armenio: bachik.
Es más, no se me ocurre un beso mejor dicho. Está kiss, kuss, baiser, bacio, kush (idish), beijo, musu (vasco), incluso pico, piquito, chupón...
Ninguno es mejor que bachik.
Bachik-chik-chik.
Fernández, para empezar el último suspiro del año
Sensiblería matutina: está Fernández manguereando la vereda. Es el portero de acá al lado. Hace tres años le encontraron un cáncer macho. Lo abrieron como una lata de sardinas, según me contó su colega Fischer, y casi lo dejan morir porque estaba todo tomado. Sólo por Hipócrates lo dejaron vivo, luego de sacarle 3/4 de cada órgano, más o menos. Está arruinado como un trapo viejo. Yo, que tengo la sutileza de una albóndiga con ajo, siempre me escucho decirle lo mismo, "¿y, Fernández, la peleamos?". Me muero de vergüenza cada vez que me sale esa frase, quizás hija de mi bronca porque tiene cáncer, de mi miedo al cáncer, de mi disgusto por no hablar de lo que grita en silencio ante los ojos, o vaya a saber. Y él, que aún sigue vivo, me responde con el recurrido pensamiento: "mientras la esté peleando, aunque vaya perdiendo por goleada, no me vencieron, che".
Habré de recordar esa trillada frase en boca de Fernández una vez que ya no esté manguereando la vereda.
Habré de recordar esa trillada frase en boca de Fernández una vez que ya no esté manguereando la vereda.