Veo a esta chica hacerse escritora. Un privilegio.
Hoy, nuevamente, caminó tras ellos. Que no se
olviden, ¡no lo hagan!
Aún existe, está ahí, está presente. ¿Por qué? No miren; no
escuchen.
Paró en seco. ¿Será que no existe?
Un gato se refriega en
las piernas. Una sonrisa en su rostro.
Quizás, tal vez, existe de cierto
modo.
Irina Ng