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viernes, 14 de diciembre de 2012

La tribu del Pino de Plástico

Ugly Christmas Sweater Christmas Tree

Los de nuestra tribu somos incivilizados salvajes bárbaros paganos.

No creemos en Dios.


No tenemos santos.
 

Nada es sagrado para nosotros; ni un manto, ni una cruz, ni un nombre ni un animal.
 

No celebramos ceremonias para contactarnos con nadie ni nada de otro mundo.
 

Sólo creemos en lo que comemos, rompemos, fabricamos, miramos, exprimimos, nos muerde, nos devora.
 

Creemos en el río, en cuyas entrañas pululan los peces que atrapamos con una red.
 

Creemos en el cerdo, del que mana la deliciosa sangre, los deliciosos chinchulines y la deliciosa carne.
 

Creemos en las plantas de maíz, de donde crecen los choclos.
 

Creemos en los panales, de los que chorrea la gloriosa miel.
 

Y creemos en el pino de plástico, con sus lucecitas que prenden y apagan, y sus bolas metalizadas, sus pequeñitos gorditos viejos felices vestidos de rojo y colgados, sus tiras de flecos y su estático cometa dorado en la cima. Creemos en ese pino del que caen, cada Navidad, envueltos y nuevos, paquetes de regalos con la etiqueta de cada uno de los que estamos allí.
 

Es un simpático objeto, que de ninguna manera necesita la superstición de seres fantásticos como Papá Noel, el Niño Jesús, los Reyes Magos, el Ratón Pérez o los Padres.