Vamos a empezar por acá: no soy macho, machito, no tengo
pelotas, soy cagón, cobarde, no soy un bravo ni un valiente ni un corajudo ni
audaz, ni siquiera decidido, no empiezo una guerra, no quiero ser superhéroe,
ni héroe, ni prócer ni ejemplo; no, doy un paso al frente, no me la juego, no
soy ni noble ni íntegro; ni siquiera sé si soy leal o buen amigo y posiblemente
cometa agachadas, traiciones y otras ruindades.
Lo lamento por mí y por las personas que tienen la desdicha
de cruzarse conmigo.
Lamento informarle a todos que soy así. Me esfuerzo por
cambiar, pero mucho me temo que fracase.
Esto es lo que hay.
Hecha la advertencia, ahora sí: Gustavo Ng, tanto gusto.