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jueves, 2 de mayo de 2013

Debo haber muerto en el Crucero General Belgrano


Hoy se cumplen 31 años del día en que hundieron al Crucero General Belgrano.
Yo debí haber muerto ese día. Me siento culpable y también feliz, y luego culpable por sentirme feliz. Pienso en un poema de Gelman:

Sentado al borde de una silla desfondada,
mareado, enfermo, casi vivo,
escribo versos previamente llorados
por la ciudad donde nací.
Hay que atraparlos, también aquí
nacieron hijos dulces míos
que entre tanto castigo te endulzan bellamente.
Hay que aprender a resistir.

Ni a irse ni a quedarse,
a resistir,
aunque es seguro
que habrá más penas y olvido.