200 años de esclavitud en América, incalculables años de
esclavitud antes, en África, un siglo de vida miserable, entre el racismo, la
pobreza y un futuro sin esperanzas, y sin embargo ahora que tres policías
blancos y enormes como vacas malignas lo someten, lo vejan para reducirlo a la
nada, a él le sale el grito de los ancestros perdidos en el tiempo: "soy
el León".