“Los dos mahometanos se detuvieron para dejar paso a la
procesión budista. Con un paraguas abierto sobre su cabeza, delante de un
palanquín dorado, marchaba un devoto. Atrás, oscilante, avanzaba el cortejo de
elefantes, superando con sus budas dorados, cargados en el lomo, la verde copa
de las palmeras.” (El criador de gorilas, Roberto Arlt).