Brel está vivito y coleando, fíjensé cómo aún está por suceder
esto:
Mon cœur mon
cœur ne t'emballe pas
Fais comme si tu ne savais pas
Que la Mathilde est revenue
(Corazón mío, corazón
mío no te embales / Haz como si no supieras / Que Mathilde está de regreso.
“Mathilde”)
El regreso causa una intimidad deliciosa en algunas canciones.
Brel habla con su corazón, está demasiado excitado, teme hablar con Mathilde.
En cambio, Laurie Anderson charla encantada con el visitante a quien amó:
Get the
blanket from the bedroom
We can go
walking once again.
Down in the
bayou
Where our
sweet love first began.
(Agarrá la frazada de la
habitación / podemos caminar otra vez / allá por el arroyo / donde nuestro
dulce amor comenzó. “Smoke Rings”)
David Byrne también le habla tiernamente a quien ha regresado:
Now I haven't
seen you for ages
Come in, come
out of the rain
Open the
doorway and climb up the stairs
This is the
bedroom where we said our prayers
(No te he visto por siglos
/ entrá, salí de la lluvia / Abrí la puerta y subí las escaleras / Este es el
dormitorio donde rezábamos nuestras oraciones. “The Rose Tattoo”)
Y uno más que hace lo mismo, Charly García (o María Rosa
Yorio, quienes sepan me corregirán):
Entra, seas bienvenida a casa
deja tu tapado en cualquier rincón
y pasa.
Veo que no has cambiado mucho
me da gusto poder verte otra vez
tan cerca.
Cuéntame de tus cosas
sé que has viajado un poco
pero no sé adónde
Yo estoy bastante vivo
tengo algunas canciones
que quiero mostrarte
Nada más.
(“Entra”)
Finalmente, la romántica Kate Bush a los 18 años entendió
Cumbres Borrascosas, la novela de Emily Brontë escribiendo una canción que
dice:
Heathcliff,
it's me, your Cathy.
I've come
home. I'm so cold!
(Heathcliff, soy yo, tu
Cathy. / Vine a casa. ¡Tengo tanto frío!. “Wuthering Heights”).
Pero he aquí que Cathy le pide a Heathcliff que la deje entrar por la ventana. ¿No es extraño? ¿Por qué por la ventana?
Porque Cathy ha muerto y esta es un fantasma.
Y puede ser un fantasma la visitante de Charly García, la de David
Byrne, el de Laurie Anderson y Mathilde, con toda su vitalidad.
Y casi es un fantasma el que vuelve con Baglietto: "No es necesario que estés alegre ni que prendas la luz, entré despacio sin que me vea nadie..." ("Mirta, de regreso")
ResponderEliminarEscritura a cuatro manos, Diana. Me faltó esto. GRACIAS.
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