Periodista 1 lee la denuncia que hace una chica en su blog,
relatando cómo un hombre la drogó y la violó. La periodista condena duramente
al hombre, figura pública y dice: “por supuesto que él salió a negar todo, dijo
que no reconocía una denuncia anónima en un blog y se puso a disposición de la
justicia. Por supuesto, miente”.
Periodista 2: Qué espanto.
Periodista 3: Esos rockeritos son todos iguales. Yo los
conozco.
Periodista 4: Bueno...
Periodista 3: “Bueno”, qué?
Periodista 4: Que no estoy seguro de que ser músico es
presupuesto de ser violador.
Periodista 1: Así saltan los hombres, en defensa del
patriarcado. Lo primero que se te ocurre es impugnar lo que digo, no te parece
sintomático?
Periodista 4: Sólo digo que no es un fundamento muy firme para
una acusación.
Periodista 3: No es una acusación, es una violación!
Periodista 4: no, sí, claro, está bien, es algo abominable.
Periodista 3: Y entonces por qué objetás lo que decimos?
Periodista 1: Te sale el macho.
Periodista 3: El macho violador.
Todos ríen, se distiende el clima.
Periodista 4: Las mujeres tienen razón en sospechar de los
hombres.
Periodista 2: Los hombres tenemos que pedir perdón por las
dudas.
Periodista 4: Eso decía. Tenemos que pedir perdón por lo que
no hacemos. Lo que digo es que eso puede desvirtuar cosas como esta. Si al tipo
lo destrozan y después la denuncia era infundada, la próxima denuncia va a ser
menos creíble.
Periodista 1: Qué querés decir? Para vos esto no es verdad???
Insistís en cuestionarlo?
Periodista 3: Por qué la chica va a contar esto?
Periodista 4: Si ella firmara la denuncia... pero es anónima.
Cualquiera que quiera dañar a otro lo denuncia y listo. Mañana alguien te
denuncia a vos de cualquier cosa y quedás automáticamente condenada.
Periodista 3: Tenés miedo de que te denuncien?
Periodista 1: Hay miles de casos como este, esto pasa a cada
minuto y los jueces desestiman como vos, porque son hombres. Yo sé lo que se
siente ser acosada. Hay cosas que no siendo mujer vos nunca vas a entender.
Periodista 4: Claro, claro, perdón.
Periodista 2: Eso, callate la boca.
Periodista 4: Nada más que parece una caza de brujas.
Periodistas 1 y 3 gritan airadamente, mientras Periodista 4
dice continuamente “perdón, perdón “...