Ofrecí el alma de mi madre muerta por dormir la siesta con
alguien.
Una amiga que me quiere mucho me dijo que no jodiera con el
alma de mi madre.
El tema es que sí dormí la siesta con quien quería.
Y obviamente no le di el alma de mi madre a nadie, porque ¿cómo
haría eso?
Entonces esa persona me contó de algo maravilloso para hacer y
le ofrecí el alma de mi madre porque me llevara.
Otra vez el mismo chiste.
Me dijo, también seriamente, “dejá al alma de tu madre
tranquila”.
Entonces, repentinamente, de la nada, me salió decirle que mi
madre está contenta de que la recuerde. No es un alma en pena porque la quiero
mucho y la agarro para la joda.
Mi madre está viva por cuanto adora que me divierta con ella.
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