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martes, 24 de septiembre de 2019

Las convencidas adelante


El día que se votó la ley del aborto caminé entre ustedes, chicas, por avenida Callao. Ustedes estaban plantadas, tenían la avenida tomada y yo la atravesé a lo largo.
Más tarde me metí en el sector que apareció por ustedes, los reaccionarios. Los vi gritando “¡vamos Argentina!”
Mi asombro fue absoluto. El cuerpo, la percepción, aquello de uno que es más real que el pensamiento, entiende mucho mejor que la razón.
Sentí el poder que habían ganado ustedes.
Podían perder la votación (¿qué se puede esperar de quienes sostienen a la oligarquía en el poder?), pero habían triunfado.
Habían instalado un tema de modo irreversible, y con ello estaban trayendo a la consciencia el abuso, toda injusticia en cualquier sociedad, el autoritarismo.
Fui testigo de un movimiento vivo, hecho de animales de todos los pelajes, inevitablemente lleno de contradicciones chispeantes, pero que se dirigía en una dirección.
Me dio muchas esperanzas, por mi hija, por mis hijos, por mis amigas y amigos, por mí.
Comprendí que estaba caminando en medio del movimiento social de vanguardia.
En el Occidente de las distopías, ustedes estaban planteando otra cosa: respeto, amor, alegría, juventud, vida.
En estas elecciones presidenciales he extrañado esa vanguardia. Estaba seguro de que tomarían el liderazgo, porque el próximo Gobierno tendrá mucho poder en el escenario por la lucha que ustedes iniciaron.
No la considero una lucha al margen, sino el centro de la lucha por las condiciones de vida de los argentinos.
Y no la considero una lucha gremial, tema de mujeres, sino la considero a la vanguardia de una revolución social.
Ayer me ha dado mucha alegría el pequeño acto de las Evita. Un acto peronista, fuertemente marcado por la lucha de género y con penetrante comprensión de la figura de Eva en la historia de las reivindicaciones de las mujeres argentinas.
¿Pretendo que el impulso que sentí aquel día en avenida Callao se encolumne detrás del peronismo?
No, me estaría contradiciendo torpemente.
Extraño que se pongan adelante, de Fernández, de Macri, y les marquen la cancha, y nos ofrezcan ideas y sentimientos que nos ayuden no sólo a votar, sino que guíen las acciones que vamos a tomar en un nuevo gobierno.
Sobre todo, que nos impulsen a actuar.











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