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jueves, 10 de octubre de 2019

El malestar en la vestimenta



Conocí a Mrs. Riley en su estancia en Santa Cruz. Su familia había decaído. Sólo conservaban unas hectáreas y habían convertido el casco en un hotel, que ella atendía personalmente. En una cena nos dijo que “en un punto la ropa siempre debe incomodar. Es para recordarnos que existen los demás, o sea, que no debemos perder el decoro”.






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