Quizás quieran obligarnos a que no nos toquemos nunca
más.
Los que cumplimos la puta cuarentena con obediencia de
aterrados soldados prusianos o de japoneses después del tsunami, vamos a poner
como límite el abrazo: cuando nos veamos al fin, nos vamos a abrazar hasta
fundirnos, hasta confundirnos, hasta no saber dónde empieza uno y termina el
otro.
Nos vamos a abrazar hasta la orgía, hasta el incesto,
hasta fecundarnos.
Porque para eso nos alineamos y nos sacrificamos con
entrega y valor cívico.
Para eso sobrevivimos.
Nos vamos a abrazar fuerte seguro. La orgía, el incesto y secundarnos te los dejo. abrazo
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