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jueves, 28 de enero de 2021

El alma, como otra persona

 Escuché que muchas personas que se enfermaron de covid19 quedan con la secuela de cierta confusión.

En mi caso, la sensación viene con las palabras “perdí el alma”.

En la enajenación de la fiebre soñé que estaba con otra persona, vagamente conocida. Estábamos en la habitación del sanatorio, en la realidad, pero yo no encontraba dónde teníamos existencia: ni con mis amigos, ni en las cosas que hago, los ámbitos en que me muevo, en Instagram, ni en mi blog, en los cuadernos en donde escribo todo, en una página web, ni en Twitter ni Facebook.

Ese vacío me producía un miedo infinito. Me preguntaba dónde existimos. 

Mi racionalidad intentó tranquilizarme diciéndome que estábamos confirmados en el mundo real, pero inmediatamente pensé que el mundo real es la existencia en todas esas instancias.

Inmediatamente después de la pesadilla, la otra persona ha desaparecido. 




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