Esta es una de las mejores entrevistas que vi a Borges.
Siendo Borges genial en todo momento, la calidad de cada entrevista que dio está marcada por el humor que tenía ese día y por el diálogo que se establecía
con el entrevistador. En este caso, William F. Buckley, Jr. hizo gala de toda
su dimensión intelectual y suficiencia como entrevistador (condujo más de 1400
episodios de este programa). Me resulta muy interesante el modo en que le
regala a Borges el centro del ring en el round del gorilismo (al principio de
la charla). Buckley habría empatado el fascismo de Borges, pero le cedió el
lugar.
Pasado ese trago, la entrevista fluyó maravillosamente, con
Borges sintiéndose convidado a decir cosas que realmente quería decir, y
también desafiado, a lo que respondió con humor gentil y un poco de canallismo,
también.
El contexto
de la entrevista, por otra parte, resulta bastante revelador.
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