Qué triste miseria tiene adentro la gente que nunca hace cosas para favorecer a los demás.
Hace un rato un viejo me dio en la calle un papelito que daba todas unas órdenes de Dios o para Dios o algo así, que decían cosas fantásticas como que ya viene el Mesías y otra parva de boludeces.
Pero entre todo, decía que tenemos que hacer cada día un ACTO DE BONDAD.
Me hizo estar de acuerdo.
Recordé a mi vecina, que como sabe que estoy solo, aunque ella también está sola, cuando cocina algo rico me toca la puerta y me regala un platito con una porción.
Miré al viejo y le estaba dando el mismo papelito a un barrendero, y le daba charla. Andá saber lo que charlaban.
¿Quién puede ser tan miserable de no tener UN acto de bondad por día, aunque sea decirle "gracias" al colectivero mala onda, aunque sea comprarle a un amigo el imposible libro de poesía que editó con su poca plata, una poesía tan espantosa que duele el estómago leer un título; aunque sea pensar en alguien y decir "que le vaya bien"?
Un solo acto de bondad por día.
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