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miércoles, 24 de abril de 2013

Penélope y Amaranta




Nos ha quedado muy claro que Penélope hacía y deshacía su tejido esperando a Ulises.
Y nos ha quedado igualmente claro que Amaranta Buendía hacía y deshacía su mortaja para engañar a la muerte.
De Penélope nos han pasado la imagen sentimentalota y boba de que aquello la tenía hondamente triste y desconsolada.
Quizás nos estemos perdiendo que en realidad estaba enamorada de esperar a Ulises. El que Ulises llegara un día y el que Ulises no llegara jamás, el que la Muerte llegara un día y el que la Muerte no llegara jamás, se había convertido en el sentido de la vida de estas dos muchachas. Acaso estaban gozosamente aferradas a ese nudo, que cada día volvían a fabricar.