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lunes, 22 de mayo de 2017

Escuchemé


El señor alto de la gorra no sólo concurre a la verdulería frente a su casa para someter al verdulero a temas que a nadie le importan, ni siquiera a él, sino que se pone muy exigente con el verdulero, "¿ME ESCUCHA LO QUE LE ESTOY CONTANDO?" —mientras el verdulero está tratando de atender a otros clientes, que, a diferencia del señor, van realmente a comprar. Y para colmo abunda con pretericiones. Da largas referencias de lo que va a decir, como acotaciones previas, sin darle al verdulero la menor pista de qué va a decir.  ("lo que le voy a contar es algo con lo que muy poca gente, pero MUY poca gente está de acuerdo, ¿o no?"). Yo me desespero tanto que me voy.



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