Las civilizaciones no
entienden
las razones de las
cosas
que atropellan el
mundo.
Dicen que es la
Naturaleza con sus ritmos
Dicen es la
violencia de los hombres
Sueñan una armonía
Con que se arregla
eternamente el cosmos.
Todos están perdidos.
Manotean la
oscuridad como ciegos aterrados.
Nadie tiene en su
mano una certeza.
Sólo unos pocos, desahuciados
de progreso
Supersticiosos,
llenos de piojos, brutos
conservan jirones
últimos de lo que
una vez se supo
bien:
todo es
obra de los
muertos.
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