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miércoles, 1 de junio de 2022

Invisible

Debe haber efectos de la pandemia que vuelan entre nosotros como fantasmas de mariposas, que no vemos pero que tienen una influencia fuerte cuando se nos asientan en la espalda cuando dormimos, o en la boca cuando terminamos de comer o en el vientre cuando estamos sentados frente a la computadora. 

Roberto es mi contador desde hace muchos años. Tiene muy buena onda pero no tenemos ni un solo tema en común, ni jamás pensamos lo que pensó el otro en toda su vida y vemos las cosas de modo tan diferente que ni podemos comparar, pero ayer me sorprendió que me dijera que le pasa algo que es lo mismo que me pasa a mí tan íntimamente que no se lo dije a nadie. Ni siquiera me lo había dicho a mí, no lo sabía. 

— Ya se terminó el encierro por la pandemia —me dijo— pero yo es como que se me hizo natural quedarme adentro. Es como si me hubieran metido en una celda y ahora está la puerta abierta, pero la celda es mi casa. 


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