Me enganché con una serie que se llama Manifiesto.
Es de lo peor hecho que vi, pero propone un tema que me
hipnotiza.
Un grupo de personas están conectadas de un modo desconocido.
Lo que más me interesa de la comunicación es la comunicación
que tenemos sin saber que la tenemos.
Más aún, la comunicación entre las personas y sus mascotas.
Entre las personas y animales salvajes.
Entre animales de diferentes especies.
Los delfines se comunican a través de muchos sonidos —silbidos,
clics, gorjeos—, como si nosotros nos habláramos, a la vez con la voz, golpeando
los dientes, tosiendo, estornudando, etc.
Hablan todos juntos, emitiendo todos esos sonidos, y en esas
conversaciones, emiten 300 clics por segundo.
¿Podés imaginar siete delfines comunicándose así durante
horas, mientras nadan velozmente?
¿Cómo sería para nosotros hablar todos juntos, haciendo
todo tipos de ruidos y a esa velocidad?
¿Cómo deberíamos ser para poder decir 300 palabras por
segundo?
¿Qué capacidad necesitaríamos tener para entendernos?
Por otra parte, cada delfín tiene un chillido que lo
identifica.
Es como si cuando uno llegara a una reunión dijera “Hola,
soy Tal”.
Algunos hacen el chiste de hacerse pasar por otro.
Me parece natural que algunos biólogos empiecen a sospechar
que los delfines son cientos de veces más inteligentes que los humanos.
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