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jueves, 4 de agosto de 2022

Teórico origen a orillas del Río Perla

 Cómo me sucedió en Vigo, Guangdong me hace pensar que tengo raíces. En Argentina faltan mucho las raíces.


Me emocionó ver el Río Perla. Lo cruzamos con el colectivo que nos trajo del aeropuerto al Nansha Grand Hotel, para que hagamos aquí la cuarentena por la pandemia de COVID-19.

Vi a lo lejos la torre de la televisión y los altos edificios de la zona financiera, entre los que caminé hace muchos años, y hacia el otro lado, los barcos negros  que se sucedían en una muchedumbre que se perdía en el horizonte. Después del horizonte, está el mar.

Me emocionó ver todo tan verde, todo el territorio cubierto por una densa espuma vegetal. Del interior de esa espesura salen hacia el cielo, surgidos verticales como escapándose a las alturas, bosques de edificios de 50 pisos.

Alrededor de los barrios de edificios más bajos, de hace 30 o 40 años, abundan campos de cultivo de frutas y pequeños arrozales. 
Aún, arrozales. 

Luego, por las ventanillas del colectivo, en muchos campos hay masas de edificios en construcción.

Es teórico que soy de acá, pero me emociona, quizás porque mi hermana me dijo que mi papá estaba más nervioso que yo por este viaje. 

Él sí es de esta tierra.

Cuando veníamos por la autopista, vi un cartel verde que tenía el nombre de la ciudad donde nació, Taishan, y al lado decía 143 km. 

Es teórico, pero estoy tan cerca de la casa donde mi abuela parió a mi papá. 





1 comentario:

  1. En Argentina faltan mucho las raíces.
    En Buenos Aires tal vez, entre los hijos de los que llegaron de los barcos. Entre los que tienen la voz cantante en los medios y la palabra para decir la historia oficial. Por suerte la Argentina es bastante más que eso. Y vos lo resabés amigo. Donde yo vivo por ejemplo, las raíces se te enredan en las patas y no te largan así nomás.

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