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miércoles, 14 de diciembre de 2022

El domingo tenemos que ganar

 "Solo el genio de Messi puede hacer una jugada así, que vuelve a poner a Maradona en un campo de fútbol. Elude a todos, hasta a los camellos del desierto y le da la pelota a Julián Álvarez. "Zigzaguea a lo largo de la línea lateral, no lo agarran nunca, no lo ven nunca; frena, arranca, no hay espacio, lo crea, lo inventa, gambetea a todos los hombres y brinda amor, a todos, con una pelota de fútbol.

"Esto está haciendo Messi. Rediseña los límites de su destino, influye a todos, compañeros, adversarios, todos.

"Messi sonríe, es un Messi liviano, sonríe con los ojos de un niño que ama el fútbol, y que se lo da a todos.
"Ábranse, incluso los que no saben amar. Aprieten sus corazones, agradezcan, porque Messi está jugando para todos."

Monty Python hizo aquel memorable partido de fútbol entre filósofos alemanes y filósofos griegos, y hemos escuchado varias veces a relatores con posadas o auténticas aspiraciones literarias. Siempre imaginamos cómo sería un relato de Soriano, García Márquez, Chico Buarque, Onetti.
Este relato es de Lele Adani.
Se ha hecho muy famoso estos días, porque parece sentir el juego de Argentina mejor que los relatores argentinos.
Lo interesante es que no es escritor, sino exfutbolista.

La expresión más masiva de apoyo al fútbol argentino aparece espontáneamente cada Mundial. Todos triunfalistas, aman a la Argentina más que al fútbol, muchos no saben nada de fútbol, no comprenden sus códigos, que son bastante encriptados, no por otra cosa que porque se forman con ver fútbol todo el tiempo, saber de fútbol, sentir al club que se ama de un modo enfermo.
La masa de hinchas de Argentina es colorida, hermosa, alegre. Siente el fútbol con alegría (mientras los enfermos de fútbol lo sienten como angustia).
Tiene una alegría desbordante porque Argentina llegó a la final.
No necesita más.
Ya está, Argentina llegó a lo más alto del mundo.
Gane o pierda la final, los jugadores cumplieron.
Pero entonces, podría suceder que a Messi no le alcance, y salga el domingo a la cancha como capitán para vencer.
La felicidad de los hinchas lo alegra, pero adentro necesita ganar.
Como un enfermo, necesita ganar.
Ese es el día que no será leyenda por su calidad, sino por líder y por héroe.
Eso es lo que lo va a igualar a Maradona, lo que va a terminar de poner a Maradona en la cancha.
Salir a la cancha el domingo con la sangre caliente a comerse al rival estará por adelante del pueblo argentino, que está enredado como un mentecato, votando a los que lo abusan, sin líderes, sin deseos, sin animarse a nada.
Por eso Messi y los demás serán nuestros líderes.

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