Se ha hecho viral contar la historia de la madre sacrificada que lleva a su niño en colectivo por el conurbano para que practique fútbol; luego el niño es elegido por un club importante, lo compran de Europa, es convocado a la selección y al final sale Campeón del Mundo.
Y entonces cuenta aquella historia de su madre.
Verdad, fake, lo que sea.
Pero me parece que hay algo de verdad.
Las personas de mi generación han resultado buenas madres y buenos padres.
Y me parece que los de la generación de los campeones, nuestros hijos, están resultando aún mejores.
Lo veo todo el tiempo.
La política es un desastre, una maraña podrida, pero este otro lado de la vida no debería ser ignorado.
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