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jueves, 13 de julio de 2023

Soy horrible leyendo o escuchando poemas

 Antes del minuto o del quinto verso, ya me agarra el síndrome ese de los niños que no se pueden estar quietos y me dispersé.

Pero lo que escriben algunos poetas como Orozco, Pessoa, Drummond de Andrade, Bignozzi, Handke, Vallejo, me atrapa, creo que porque aunque ellos fueran unos cobardes pusilánimes, su consciencia mira la verdad temerariamente.

 

Seguramente conocen este poema de Drummond de Andrade

 

La infancia se ha perdido.

La juventud se ha perdido.

Pero la vida aún no se ha perdido.

 

El primer amor ya pasó.

El segundo también pasó.

El tercer amor pasó.

Pero aún continúa vivo el corazón.

 

Perdiste a tu mejor amigo.

No realizaste ningún viaje.

No posees tierra, ni casa, ni barco,

pero tienes un perro.

 

Algunas duras palabras

en voz  tenue, te golpearon.

Esas, nunca, nunca cicatrizan.

Sin embargo,  ¿existe el humor?





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