Páginas

martes, 29 de marzo de 2011

Punta Alta

Bahía Blanca es un bastión de la gorilada. En su zona de influencia más gorila aún es Punta Alta, en donde se concentran los militares de la Base General Belgrano.
Bueno, ahí, en Punta Alta, el jueves se recordó el golpe de estado del 76. Por primera vez. (El dato es de Gabriela Cerrutti y me lo pasó Patricia Malanca: gracias).


lunes, 28 de marzo de 2011

Entrevista a Luis Brandoni


TEATRO
Luis Brandoni: "Illia fue un grande de verdad"
Entrevista. Un actor nacional Dice que le gustaría esa definición para sí mismo. Desde 1971 eligió dramaturgos locales: de 27 obras realizadas, solamente cuatro fueron de autores extranjeros. Desde la semana pasada, con libro de Eduardo Rovner y dirección de Héctor Giovine, protagoniza “Don Arturo Illia”, una pieza reivindicativa del ex presidente.
·              28.03.2011 | Por Gustavo Ng Especial Para Clarín

Luis Brandoni da la entrevista una hora antes del último ensayo deDon Arturo Illia previo a su estreno. El resto del elenco, numeroso, anda alrededor. Brandoni mira la puerta de la sala del Teatro de la Comedia. Mira y recuerda a las monjas “que se la bancaron” cuando el teatro fue atacado en los años de la dictadura militar. Allá dentro, en la sala a oscuras, desde el fondo del escenario domina el espacio un escudo de la República Argentina, imponente, monocromático, sobrio y teatral.
El actor habla francamente. Es práctico, directo, y a la vez actúa lo que está diciendo, con ademanes que producen cierta sugestión, unas veces bajando la voz, otras haciéndola sonora, mirando fijamente a los ojos cuando ha hecho una pausa. De repente su actuación lo toma por sorpresa; se indigna y dice algo que no puede ser publicado, o una congoja le llena los ojos de lágrimas. Sin embargo, siempre recupera la línea y vuelve a presentarse frente al entrevistado adusto. Maneja, en fin, la charla de un modo fascinante.
Se asombra aún de que el actor tiene nada más que su cuerpo como herramienta. Brandoni actúa con su cuerpo, pero también con su poder de observación, con su experiencia como ciudadano, como hijo, como padre, con lo que ha cosechado como famoso (se dice, en el ambiente, la gente va a ver a Brandoni ). Todo lo que tiene lo pone en la obra en la que trabaja. En Don Arturo Illiaaporta toda su experiencia como político. Está metido de pies a cabeza en la vida del médico que fue presidente de los argentinos entre 1963 y 1966. “Me invitaron a que hiciera esta obra en el 2009. Decliné la invitación porque en mi profesión yo siempre tuve la premisa de no contrabandear política”, dice.
- ¿Qué te hizo cambiar de idea? 
- Fui pensando que Illia está más allá, es un personaje histórico. Illia fue un grande de verdad. Por eso la obra no hace proselitismo. Mirá, el 28 de junio de 1966, pocos días, horas, después de que derrocaran a Illia, apareció Mafalda con una frase maravillosa: Al único presidente capaz de demostrarnos que todo eso que nos enseñan en la escuela puede ser verdad . Mirá la lucidez de Quino: la lucidez y la rapidez y el coraje. Esa es la dimensión de Illia en la historia argentina.
- ¿Cómo presenta la obra a Illia? 
- Cuenta su vida, como en fotografías. Cuando, de joven, estuvo con Hipólito Irigoyen, su vida como médico, como político. La historia trasciende al partido político en el que militó Illia. La obra servirá para que lo conozcan quienes no lo conocieron y para que lo revaloricen quienes sí lo conocieron. Es una obra estimulante, que no se queda en el chiquitaje sino que plantea algo grande, la concepción de un país.
- ¿Conociste a Illia personalmente? 
- Sí, yo ya tenía 26 años cuando lo derrocaron. Esa noche salimos del teatro, con mi compañera de entonces, y nos fuimos a la Casa Rosada, recuerdo que en una camioneta … Ya lo había conocido como presidente. En el ‘64 entré en la Comedia Nacional Argentina, que dirigía Luisa Vehil, y queríamos ir al Festival de las Naciones, en París. Pero no conseguíamos la manera, lo intentábamos y no lo conseguíamos. Un día, de repente, nos llevan a la Casa de Gobierno, a agradecerle al presidente: Illia había dispuesto el viaje. Fue una de las únicas dos oportunidades en que tocó los Fondos Reservados. Sólo dos veces. Ya mucho después, en los ‘80, lo invitamos a una cena en la Casa de la Asociación de Actores en Villa Giardino. Fue formidable estar con él allí. Era una persona extraordinaria. Yo vi cómo a Illia, por la calle, lo agarraban de la mano, le decían “gracias”. Como el cariño que había en el velorio de Alfonsín... Es la cercanía, ¿sabés? Era gente cercana.


Pisa los 71, pero es tan juvenil que no puede decírsele “veterano”. Illia tenía 66 cuando lo derrocaron. Se para y va a pedirle a un chica un folleto de la obra, en el que aparece la viñeta de Mafalda que citó.


A casi nadie le cabe mejor que a Brandoni el título “actor de raza”. Pero su metejón no es con la actuación, porque él es la actuación, y no necesita amarla. Su berretín es la Argentina. En la película Made in Argentina , el incurable amor que su personaje Osvaldo le tiene a la Argentina aparece en una calle cualquiera de Estados Unidos cuando dice “dentro de pocas horas voy a volver a mi país” , y más tarde, ya en Lanús, en la forma en que escucha a su concuñada la Yoli, decir “cuando digo acá … digo mi país” .
Es su país lo que moviliza a Brandoni hasta poner en juego la moral. Muchos de los personajes que se han hecho carne de la cultura argentina giran en torno a su comportamiento ético. De un lado está el Carlos Ventura de Darse cuenta , el médico que en un hospital estatal intenta salvar, casi heroicamente, al joven accidentado. Su reverso es Antonio Musicardi, el estafador y corrupto hermano rico, que sermonea “Díos mío, qué poco se puede hacer por la gente. Lo único que se puede hacer es no pensar”.
“Yo, en mi tarjeta, debajo de mi nombre, me pondría Actor Nacional . En 1971, yo elegí hacer teatro argentino. De 27 obras que hice, cuatro fueron de autores extranjeros.


- ¿Por qué tomaste, y sostuviste, esa decisión? 
- Es lo que yo tenía para entregar. En las obras argentinas el público sabe de qué estás hablando, hay cosas que son difíciles, imposibles, de traducir. Eso es lo mío.
- Te han criticado por eso.
Mucho, me han dicho que no hago obras “importantes”, pero yo pregunto, ¿de qué hacía Marlon Brando? ¿De qué hacía Marcello Mastroianni? ¿A ver si les decían que no podían hacer de norteamericano y de italiano? 
- Tu profundidad la alcanzaste con personajes argentinos. 
- Fue fuertísimo para mí hacer Made in Lanús , que además fue el único caso de convivencia entre la obra de teatro y la película. Fue una obra que causó impacto no sólo acá, donde se seguía reponiendo en el teatro una vez que la película había salido de cartel, sino en Nueva York y en México, donde fuimos a hacerla. Captó un momento de transición muy complejo, con cuatro personajes que tenían cuatro maneras diferentes de ver el país, y tocando con profundidad y mucha franqueza un tema universal como es el desarraigo. La autora, Nelly Fernández Tiscornia, demostró un talento tremendo, como más tarde, cuando tuvo que hacer en cada semana un capítulo de Situación Límite . Con Made in Lanús llegamos a hacer doce funciones por semana en Mar del Plata. Yo quedé, después de todo eso, emocionalmente agotado.


Brandoni se nos ha metido en la vida con el buscavidas, el cuñado, el chanta, el honesto. ¿Quién no reconoce esos personajes entre sus conocidos, e incluso en sí mismo? Supo pescar los personajes argentinos y mostrarlos de una manera que se hicieron irresistibles. Sabíamos que existían desde antes de verlo actuar a Brandoni, pero una vez que él los hizo, se nos quedaron grabados. Se transformaron en personajes de la comedia o la tragedia que es la Argentina, y así Brandoni nos enseñó a ser argentinos.
La chica que le había dado el folleto de Don Arturo Illia se acerca a la mesa y, con respeto, le dice a Brandoni que en unos minutos va a empezar el ensayo. Él le dice “gracias” con un dominio muy sobrio en la pronunciación.

- ¿Te sigue poniendo nervioso el estreno? 
- ¡Cada vez más! Con el oficio lo sobrellevás, pero igual.. A mí me da por soñar. Sueño que me olvido la ropa, o que me olvido la letra de una película que ya hice, que no encuentro la puerta de la sala. Esas cosas. Claro que en el teatro tenés, felizmente, la oportunidad de repararlo todo. Es muy linda la relación que se arma con el público. Te cuento una historia. Una noche, en medio de la función, se cayó la mitad de una bambalina. Yo caminé por el escenario hasta donde estaba la bambalina, y empecé a tirar de la mitad que había quedado enganchada. Todo mientras actuaba, ¿no? Tiro y tiro, y no puedo. Entonces miro al público y le digo: “Esta tela: no está, ¿de acuerdo?”, y la función siguió perfectamente.

Los diversos caminos de un actor argentino
·                     28.03.2011
En el tenso drama de la película Tute cabrero ( 1968) Brandoni fue Sergio Bruni, el joven sometido a jugarse el destino contra Juan Carlos Gené y Pepe Soriano. En La Patagonia Rebelde (1974) fue el íntegro Antonio Soto, anarquista español al frente de la Sociedad Obrera de Río Gallegos. En La tregua (1974) fue Esteban, el hijo intransigente que censura a su padre por recomponer su vida, dejando atrás el recuerdo de su madre. En Juan que reía (1976) fue Juan Libonatti, cuya vida se derrumba por problemas económicos. Terminada la dictadura militar, volvió al cine con el doctor Carlos Ventura de Darse cuenta (1984) e inmediatamente, a la televisión con el Camilo de Buscavidas (1984-88). Fue Julio, el periodista que en Hay unos tipos abajo (1985) sufre la inseguridad aterradora de la dictadura, e inmediatamente apareció como Antonio Musicardi, en Esperando la carroza (1985). Poco después encarnó al Osvaldo de Made in Argentina (87), exiliado con su familia en los Estados Unidos. Después fue Roberto Cantalapiedra, el viudo a quien un segundo matrimonio le trajo de regalo a un Ricardo Darín que lo victimizaría infatigablemente ( Mi Cuñado , 1992-96). En las próximas semanas comenzará a grabar El hombre de tu vida , una comedia que dirigirá Juan José Campanella y en la que volverá a hacer dupla con Guillermo Francella. También en el 2011, Brandoni formará parte de la película La suerte en tus manos , de Daniel Burman.

sábado, 26 de marzo de 2011

Adolescentes discuten el 24 de marzo en facebook

Mi amiga Celia comparte "los comentarios de unos chicos nicoleños de 17 años, todos ellos nenes bien."


Alvaro Lluch H los que murieron se lo merecian porque se negaron a obedecer al gobierno de turno en este caso a los militarres que por ser mas inteligentes y mas fuertesa tomaron el control para que la argentina se encarrilara como sociedad
El jueves a las 12:48 · Me gusta

Alvaro Lluch H nose porque pones nunca mas sino viviste esa epoca ni sus repercusiones
El jueves a las 12:48 · Me gusta

Jaime Murray no podes ser tan pero tan bobo alvaro, si ella no puede poner nunca mas entonces vos no podes decir que se lo merecian, SI NO VIVSTE ESA EPOCA NI SUS REPERCUSIONES. agacheeee
El jueves a las 13:05 · Me gusta · 3 personas

Alvaro Lluch H yo simplemente estoy criticando la opinio de nerina y no es una critica mala sino contructiva y si a vos te levan el cerebro y de un dia para el otro son k a morir bien por vos pero ami no me jodas porque vos no viviste nada y sin embargo te llenas la boca de boludeses y vos vas a agachar para juntar los dientes que te voy a voltiar
El jueves a las 13:07 · Me gusta

Jaime Murray uy la niñita se enojo, ajaj se ve que agachaste bien la cabeza, bue me lleno la boca de boludeces ee y vos ni siquiera tenes una puta ideologia eso es lo mas triste. listo alvaro ya esta no la embarres mas
El jueves a las 13:14 · Me gusta

Luz Nerina Flowers alo no tenes idea de lo q decis, critica constructiva? jajaja que bien estaria el mundo si cada uno d nosotros solo se preocupara por lo q le toca vivir a uno mismo...
El jueves a las 13:49 · Me gusta · 3 personas

Luz Nerina Flowers se lo merecian? tanto que pareces aferrado a tu postura y tus ideas te quiero ver si viene un gobierno que nadie eligio a hacerte pensar de otra forma totalmente distinta y que si te manifestas en su contra te tiran cn cemento en los pies al rio de la plata. alo posta te digo deja de decir tantas goriladas por favor.
El jueves a las 13:56 · Me gusta

Alvaro Lluch H goriladas jajaj neru si no existiera gente como yo dominaria una sola ideologia y muy bien saves que eso no va a pasar nunca y tener una ideologia es seguir la idea de otro no la tuya eso es lo que piensa
El jueves a las 13:58 · Me gusta

Jaime Murray tenes razon chalo, neru si no exitiera gente primitiva como alvaro esa raza no hubiese evolucionado mentalmente y convertirse en lo que smos nosotros y gran parte de pueblo argentino, gente con memoria verdad y convicciones
El jueves a las 14:03 · Me gusta · 1 persona

Luz Nerina Flowers alo en ningun momento hable de tener una sola ideologia me parece barbaro que haya tanta variedad de pensamientos como las hay pero esto no tiene nada q ver. mas alla de cualquier idiologia tenes que tener un poco de corazon y sentimientos para darte cuenta que murio mucha gente inocente y que esto no tiene q pasar nunca mas. tal vez si tuvieras un familiar desaparecido no dirias las barbaridades que decis, te lo aseguro
El jueves a las 14:06 · Me gusta · 2 personas

Guido Tarico que debate se armooo la pucha! jajajajaja. aguante pino solanas.
El jueves a las 14:08 · Me gusta

Jaime Murray ajajajaj lo tienen de la correa a pino guido!
El jueves a las 14:09 · Me gusta

Guido Tarico yo no entiendo mucho de politica pero queria flashiar algo men disculpame jajajajaja
El jueves a las 14:11 · Me gusta · 2 personas

Jaime Murray ajajajaja lo dije en realidad para que lo veea kinio o roy jaja
El jueves a las 14:12 · Me gusta · 1 persona

Agustina Accorroni yo hoy estuve un rato reflexionando sobre todo esto y lo primero que se me vino a la cabeza es la cantidad de gente que hay en mi facultad estos dias porque se vienen las elecciones y estan todos pidiendo a avales y se me ocurrio imaginarme el silencio y la tristeza que serian las facultades con un gobierno como el que estuvo hace 35 años. no se q me hago hablando de politica porq no me gusta mucho pero queria compartir esto con ustedes. gracias.. nunca mas.
El jueves a las 14:59 · Me gusta · 4 personas

Julieta Parets claaarooo es inaceptable seguir a gente tan repugnante pero nooo estamos reprimiendo una idea jajajaja
El jueves a las 19:55 · Me gusta

Jaime Murray ajja posta que si, gracias a dios y gracias a personas que lucharon por la democracia que querian para ellos y sus hijos hoy la podemos vivir todos, y la memoria sirve para eso, para mantener la democracia
El jueves a las 20:10 · Me gusta

Luz Nerina Flowers "en dias como hoy a mas de uno se le escapa el bigote y la picana"
El jueves a las 20:11 · Me gusta



viernes, 25 de marzo de 2011

Comentarios sobre lo que sucedió en la Plaza de Mayo el 24 de marzo de 2011, a 35 años del golpe militar

Cynthia puntualiza que mi comentario de ayer 24 de marzo de 2011 es sombrío. Tiene razón, especialmente porque me lo dice después de que estuviéramos en La Plaza.

Faltó Hebe (hizo el acto en el Mercado Central). Eso duele. Pero también responde a que la lucha contra la dictadura es finalmente liderada por el Gobierno Nacional. Nos concentramos y embanderamos cuando el Gobierno fue rotundo representante de los enemigos, pero ahora podemos expandirnos. Así fue que hubo distensión anoche en el acto de Abuelas y Madre Línea Fundadora.

No la hubo tanto en el acto previo, de las organizaciones de izquierda que acusan al gobierno de Cristina de continuar el menemato y mantener el aparato represivo. Proyecto Sur copó la plaza durante todo el acto y detrás llegó numerosísimo el Partido Obrero, reclamando por su mártir Ferreyra —no escuché en sus varias columnas consignas por los 30.000 desaparecidos.

Cuando llegaron Madres y Abuelas la plaza se llenó de algo diferente. Había un sentimiento de respeto muy compacto. Era este cuadro: en el piso una masa, segura y distendida, de cientos de miles de jóvenes y en el escenario hablaban las viejitas, madres y abuelas, con los cuerpos endebles y la moral maciza, afirmada hasta lo inquebrantable con la eternidad de jueves que dieron la vuelta a la Pirámide de Mayo en esa plaza, con gente que las apoyaba y en soledad, incluso con gente que las insultó y la policía que las reprimió por caminar. Esas viejitas eran invencibles allí. Y era impresionante el tema de la juventud de los manifestantes. Si me apuran admito que la edad promedio no legaba a los 30. No es que faltáramos los viejos que estamos cada 24 de marzo, sino que los pibes eran muchos. Eran los que estuvieron en octubre pasado, cuando murió Kirchner, y es como si ya hubiesen madurado algo. Todos pibes que no habían nacido cuando empezó la dictadura. Han escuchado la historia de nosotros.

La realidad se encarga, de esa manera, de entender que la dictadura no fue sólo los siete años de espanto, sino aquello que los fundamentó y aún nutre miserias violentas.

Y ante eso, una masa enorme de personas. Que no estaban en otro lugar: estaban allí, en La Plaza.

35 años después. ¿Se han seguido reuniendo 200 mil personas 35 años después de acontecimientos similares en otros lugares del mundo?

Es cierto, Cynthia, estuve sombrío. Hay mucha gente haciendo lo mucho que aún hay que hacer.

Manu Parra, 21 años.

jueves, 24 de marzo de 2011

24 de marzo de 2011


Para qué carajo servirá un blog sino para que uno exprese su pensamiento: que los manantiales siniestros que fundamentaron la dictadura siguen manando.

NOSOTROS

No hace tres años que “el campo” arremetía con un golpe; ¿qué se hizo de esa gente? ¿Qué se hizo de la multitud en el Monumento a los Españoles? ¿Qué se hizo de los que hicieron piquetes en todas las rutas del país? ¿Qué se hizo de los que cacerolearon en las esquinas de Buenos Aires? ¿Y los diputados que dieron el viandazo en el Congreso? ¿Se disolvieron? ¿Y qué había hecho durante la dictadura militar el bichito que se encendió en ese momento, año 2008?

No es tanto que algunas personas están a favor de lo que significa la dictadura del 76 y otras no. Posiblemente 98 de cada 100 personas dirían que la dictadura estuvo mal.

El asunto es el germen que se enciende. Los valores que conforman la causa y el sustento de la dictadura y que todos tenemos, en una u otra medida: violencia, individualismo, autoritarismo, egoísmo, miedo, codicia. Valores netamente burgueses.

El germen de la dictadura viene desde antes de la Argentina.

Dice:

Me importan yo y mi familia.

Quiero tener todo. Como dice McDonald’s, me encanta tener.

Quiero tener más.

Me encanta viajar, ser culto, ser fino. Puerto Madero, Punta del Este, Pinamar. Acapulco, Europa, Miami.

Me encanta pertenecer al club exclusivo. El Jockey Club, el área VIP, vivir en Highland, tener un apellido que se reconoce.

Me encanta viajar a lugares más exclusivos, ser más culto, más fino y pertenecer clubes más exclusivos que los grasas que se las quieren dar de.

Todo lo que El Turco nos mostraba que era posible que tuviéramos.

Quiero tener lo mío y que nadie me lo toque ni me lo mire. Al que me roba quiero que lo maten. No me importa por qué roba, ni su edad, ni qué hará con lo que roba. Que maten a todos los que amenazan mi seguridad.

No me hablen de problemas sociales. Para encargarse de eso está el Gobierno, y para encargarse el Gobierno me cobra los impuestos. Que el Gobierno solucione los problemas sociales: que elimine la inseguridad. Como sea.

Ni quiero oír la palabra sindicato. Los que somos patrones (en los hechos lo mismo que en la aspiración) sabemos que para lo único que existen los sindicatos es para crearnos problemas e impedirnos ganar lo que queremos. ¿Derechos de los trabajadores? Cada uno que cuide lo suyo. ¿Los trabajadores son pobres? Yo era pobre y ahora soy (en los hechos lo mismo que en la aspiración) patrón.

Los políticos son corruptos. Los sindicalistas, además de corruptos son unos negros ordinarios. Los negros, los villeros, los extranjeros son ladrones, secuestradores, asesinos. Nosotros somos los argentinos, y estamos rodeados por toda esa lacra de gente.


Difícilmente carezcamos de algunos de estos sentimientos. Y son los que sostienen el poder de Monsanto, Dupont, Syngenta, Bayer, Nidera, Cargill, Bunge, Dreyfus, Dow y Basf, por sólo citar empresas de “el campo”. El Gobierno negocia con ellas porque son parte de la economía, lo mismo que negocia con petroleras, mineras, el sector industrial, el financiero, etc.



DE AQUÍ EN MÁS

Hoy Tiempo Argentino publica una nota con el título “La complicidad civil en los delitos de lesa humanidad es la deuda que falta saldar”.

Se viene hablando de la dictadura cívico-militar. De abrir causas judiciales a los jueces que fueron la mano del gobierno de la dictadura.

Yo exijo a mis padres, mis profesores, mis tíos, los periodistas que hablaban en la radio y la televisión y que escribían en el diario entre 1976, cuando yo tenía 14 años, y 1982, los adultos del club al que asistía, los adultos que hablaban en el almacén, la ferretería y la tienda, que expresen su arrepentimiento y nos pidan disculpas a los chicos que los escuchábamos defender y afirmar la dictadura militar. De otro modo, son tan condenables como los asesinos que la ejercieron.

A las generaciones que venimos después nos toca ver, entender y romper el hielo del pánico que impuso la dictadura y afirmaron los gobiernos democráticos hasta el actual.

Hace tres años propuse en una dependencia del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires  que se entregara a cada oficina una hoja con el texto de la Ley —sancionada por la Legislatura porteña— que sanciona el 24 de marzo como Día de la Memoria. Era un afiche casi pacato y aún así las autoridades del área no quisieron que fuera distribuido. “¿Para qué?”, me dijeron. “Es al pedo. ¿Para qué te vas a buscar problemas?”

Hace dos años se repitió la misma situación en una empresa privada. Me dijeron que había que ser prudente con el Directorio. Que el tema no tenía nada que ver con la empresa.

El abogado Pablo Llonto, quien lleva con temple asombroso muchos juicios por violaciones a los derechos humanos durante la dictadura me dijo que el porcentaje de casos de desapariciones que tienen proceso judicial es mínimo. Es una realidad espeluznante. Me explicó que para abrir una causa hace falta un trabajo previo importante, y que los abogados de los organismos de derechos humanos no dan abasto para trabajar en más casos.

Hay muchísimo por hacer.

miércoles, 23 de marzo de 2011

Dear Mr. Spock






El capitán Kirk se impacienta con el Sr. Spock y le reprocha su falta de sentimientos. El Sr. Spock contesta:
    Llevo mi vida entera aprendiendo a esconderlos.

En otro capítulo, dirá:
    Donde no hay emoción, no hay motivo para la violencia.

martes, 22 de marzo de 2011

Adelanto de un libro

Adelanto aquí un fragmento de mi próximo libro de viajes, Fernando y Matilda.



El Señor de los Bandoneones

Si Jim Henson hubiera tenido un sueño rioplatense, lo habría visto hecho realidad en el fantástico taller de Bianco. Él mismo con su extraordinaria nariz y sus ojitos perdidos en los pliegos de sus arrugas, es tan querible y atractivo como cualquiera de las criaturas de Laberinto. Está allí dentro desde siempre, entre una nube de infinitos objetos perdidos en los tiempos. En el rato que nos quedamos, recorremos varios siglos. Los bandoneones rebalsaban las estanterías. Él los arregla con la paciencia de un sabio chino. ¿Le encargaban que le quitara el asma a un bandoneón de 1921? No había problemas; tenía la Eternidad por delante. No puedo entender ahora cómo, con su ritmo de caracol sin hambre, pudo contarnos tantas cosas, sobre el inglés que llegó para comprarle un bandoneón célebre, sobre su primo integrante de Los Shakers, la banda de rock and roll más famosa de la historia del Uruguay, que le había dejado el bajo “igual al de Paul McCartney” (ahí está, tan real como un adoquín, exhibido tras un vidrio que alguna vez fue translúcido), de Piazzola, de su padre, de Buenos Aires, de la calle donde tiene el taller, de cómo aprendió el oficio de luthier, de las púas de un gramófono que atesora, que se fabrican sólo en Alemania y él se las hace traer… Tiene una perrita allí dentro, y un loro. Antes de irnos le pedimos que toque el bandoneón. Sin decirnos que sí, va disponiéndose a prepararse con una parsimonia irreal, moviéndose tan lentamente que parece siempre quieto, hasta que al fin, años después, tiene el negro y distinguido aparato entre las manos y apoyado sobre una antigua rodilla levantada. El bandoneón larga su primer bufido, armonioso, envolvente, conmovedor, infinitamente melancólico y bello. Es un momento mágico. Y, como dije, clavado en la Eternidad rioplatense.





















sábado, 19 de marzo de 2011

Los Parraleños

Es una banda de rock metálico, con la particularidad de que 7 de sus 8 integrantes son descendientes de japoneses, aunque nacidos en Argentina.

Algunos tocaron en Tintoreros, otros en RIP.

He aquí un videoclip homenaje a Megadeth:



Es la típica banda de muchos integrantes, que sirve para clips, pero su fuerte es el vivo. No vengo encontrando, sin embargo, buenos videos de sus conciertos. Disculpen la mala calidad del que sigue:



Este otro clip es de hace varios años. Demuestran su raigambre porteña:



Los Parraleños han sido adoptados por los otakus -fans del animé-, quienes los invitan a sus convenciones y usan su música para hacer sus otaku no videos:



Un compositor cordobés es preferido por Los Parraleños. En este concierto le hicieron el homenaje que se ve aquí:



Más información en www.parralenos.com.ar/biografia.htm

viernes, 18 de marzo de 2011

LA CHANSON DES VIEUX AMANTS



Bien sûr, nous eûmes des orages
Vingt ans d'amour, c'est l'amour fol
Mille fois tu pris ton bagage
Mille fois je pris mon envol
Et chaque meuble se souvient
Dans cette chambre sans berceau
Des éclats des vieilles tempêtes
Plus rien ne ressemblait à rien
Tu avais perdu le goût de l'eau
Et moi celui de la conquête

Mais mon amour
Mon doux mon tendre mon merveilleux amour
De l'aube claire jusqu'à la fin du jour
Je t'aime encore tu sais je t'aime

Moi, je sais tous tes sortilèges
Tu sais tous mes envoûtements
Tu m'as gardé de pièges en pièges
Je t'ai perdue de temps en temps
Bien sûr tu pris quelques amants
Il fallait bien passer le temps
Il faut bien que le corps exulte
Finalement finalement
Il nous fallut bien du talent
Pour être vieux sans être adultes

Et plus le temps nous fait cortège
Et plus le temps nous fait tourment
Mais n'est-ce pas le pire piège
Que vivre en paix pour des amants
Bien sûr tu pleures un peu moins tôt
Je me déchire un peu plus tard
Nous protégeons moins nos mystères
On laisse moins faire le hasard
On se méfie du fil de l'eau
Mais c'est toujours la tendre guerre

Jacques Brel

---

Claro que ha habido tormentas
 veinte años de amor es un amor loco.
 Mil veces hiciste el equipaje
otras mil me marché yo.
Hasta cada mueble se acuerda
en esta habitación sin cuna
de los truenos de viejas tempestades
cuando ya nada se parecía a nada
tú habías perdido el gusto del agua
y yo el de la conquista.

Pero mi amor
mi dulce, tierno, maravilloso amor
desde la claridad del alba hasta el final del día
te sigo amando, lo sabes, te amo.

Conozco ya todos tus sortilegios
 y tú todos mis hechizos.
 Me has conservado de trampa en trampa
 yo te he perdido de vez en vez.
 Claro que tuviste amantes
 hay que pasar el tiempo
es necesario que el tiempo exulte.
 Pero al final, al final,
 fue necesario mucho talento para ser viejos sin ser adultos.
 
 Ay, mi amor, mi dulce...

 Y cuanto más nos corteja el tiempo
 tanto más nos atormenta.
 Porque no hay trampa peor
 que la de vivir en paz, para unos amantes.

 Claro que tú lloras algo menos pronto
 y que yo tardo algo más en desgarrarme
 que protegemos menos nuestros misterios
 que dejamos menos en manos del azar
 y desconfiamos de la corriente.
 Pero es siempre la misma tierna guerra.

 Ay, mi amor
 mi dulce, tierno, maravilloso amor
 desde la claridad del alba hasta el final del día te sigo amando,
 lo sabes, te amo.

jueves, 17 de marzo de 2011

Murió Viñas


El viernes pasado, cuando supe de la muerte de David Viñas, estaba sumergido en la catástrofe de Japón. El lunes empecé a pensar algunas cosas, luego volvieron a distraerme los miles de evacuados, las aguas que se llevaban las casas, los reactores nucleares que explotaban, los japoneses soportando con civilidad estoica. Pero en un momento de la semana me decidí a escribir las dos cosas que me vinieron a la cabeza, antes de que se perdieran para siempre.
Hablé de Viñas con Camilo Sánchez, y antes de ponerme a escribir eché una ojeada a las notas que publicó el diario Página 12 el domingo en su suplemento cultural. Hablaré, así, de Viñas y del homenaje que se le hizo en el suplemento Radar.
Lo primero que he de confesar es que luego de leer los artículos de Radar sé que sólo diré pavadas.
Disculpe usted.

Cuando empecé la universidad entendí que Viñas tenía la mayor dimensión como crítico literario en Argentina. Otros eran enormes, pero hacían crítica desde un lugar diferente: Martínez Estrada y Murena desde el pensamiento de lo nacional, Borges y Bioy Casares para ubicarse como ilustrados universales, etc. Los dos colosos eran Viñas y Sarmiento. Tuvieron el conocimiento más vasto y profundo e hicieron la lectura más original y fértil sobre lo que se ha escrito aquí.
En Radar Horacio González dice que Viñas “inventó la crítica literaria contemporánea. Lo hizo frente a Borges, Jauretche, Martínez Estrada, Mansilla, Arlt y Roland Barthes.” También afirma que “Sus libros de crítica han fundado un nuevo ciclo para mirar la acción literaria argentina.”
Por su parte, Guillermo Saccomano agrega el rasgo más distintivo de la obra de crítica de Viñas: “sabía que la teoría literaria es teoría política.”
No creo que, 45 años después de la publicación de Literatura argentina y realidad política, se pueda realmente leer la producción literaria nacional sin la influencia de David Viñas.

Por otro lado, María Moreno escribe “tiene razón Saccomanno, al remarcar cómo la figura del polemista ha empañado la del escritor de ficciones”, y Horacio González: “Viñas escribió novelas fundamentales”. Yo entendí lo de “fundamentales” cuando conocí la potentísima mirada de Viñas sobre la Argentina y me zambullí en sus novelas. Me siento un sacrílego dudando de las sentencias de intelectuales tan encumbrados, pero las novelas de Viñas no me resultaron buena literatura. No las estoy evaluando como crítico, sino que mi impugnación es de las tripas de mi lector. Todo lo que leí me resultó tenso, falto de inspiración y sin el toque de aquello que hace de un texto algo que no se termina de asir, un significado que huye, que teniendo el corazón en otro lugar, hace que el texto esté vivo y sea siempre nuevo. En cambio, son novelas escritas con un esfuerzo ejemplar, un rigor férreo y un afán de perfección extremado. No hay cómo negarle su corrección excelente. Al leerlas siempre sentí que eran las novelas de un campeón que se sabe sin alma y quiere alcanzarla con el trabajo, aplicando la técnica que conoce mejor que nadie y dando la vida en el intento.
Un lado sombrío de este drama es el del crítico que se hace escritor creyendo que escribir es sólo la buena aplicación de la técnica. Los críticos literarios argentinos tienen un rigor crítico afiladísimo, asesino, de modo que cuando se ponen el traje de escritor todo ese poder tremendo les cae encima. No pueden poner una coma, un adverbio, una oración coordinativa sin que el pavoroso vigilante que tienen sobre la cabeza haga un gesto de duda o de desaprobación furibunda. Y en el medio de eso, no aparece el significado nuevo. Todo termina escrito inmaculadamente, pertrechado formidablemente contra todo cuestionamiento, pero el texto no tiene alma. No dice nada nuevo.

Como una anécdota Saccomano cuenta de la “persistencia” de Viñas “en leer La Nación: se leía el diario de punta a punta. Y no se perdía nunca las necrológicas. Viñas leía La Nación con más atención que sus propios lectores. Y que sus detractores, ni hablar. Pero no leía lo mismo que todos ellos. Leía, sin maniqueísmo, la historia. La interpretaba.” Maldecía, obsesivamente, a la élite liberal, casi como un acomplejado, como si hubiera tenido un problema de pertenencia. A La Nación la llamaba “el diario de los Mitre”; claro, estaba ahí la intención de ponerle nombre y apellido a los hijos de puta que han asesinado con todo tipo de armas a generaciones de argentinos, pero quizás estaba también aquello de que conocer a alguien es ser parte de su círculo.

No tengo derecho a decir estas cosas. Vuelvo a pido perdón a todos, especialmente a Viñas, que si estuviera vivo no sólo me molería a trompadas, sino que con toda la razón me diría que estas cosas se dicen en privado.

Quiero resaltar algo más que escribió María Moreno: “No encarnó el mito del padre sino el del hombre solo, de cuño militar o curial, más allá de las queridas, los favoritos y las izquierdas, que identifica a la Patria y no a la familia.”

Y sin embargo, para Viñas fue importante su familia, y fueron muy importantes sus hijos, a quienes la dictadura del 76 desapareció. El momento en que más respeté a Viñas en mi vida fue una noche en que lo vi en la televisión, en el programa de Cristina Mucci. Con sensata postura política-pero no partidaria, la conductora había invitado a intelectuales muy democráticos para que reprobaran la ilegalidad de la dictadura dejada atrás. No recuerdo muy bien quiénes estaban en el panel, pero tengo muy presente que me creciera una sensación de repugnancia. Todos estaban tan de acuerdo. Estaban de acuerdo con la CONADEP, con Alfonsín, con los jueces… Estaban tan de acuerdo que parecía que ya estaba todo bien, siendo que no se condenaría más que a un puñado de militares. Entonces alguien hizo el discurso más acabadamente formal y muerto de todos y allí David Viñas explotó. A los gritos le dijo cosas tremendas a esa persona, enumerando una cantidad interminable de agachadas que había tenido durante la dictadura. Terminó insultándola con una justicia inapelable, se paró y se retiró del panel. Viñas siempre fue a fondo. Nos deja eso, sobre todo.

Iba a fondo con su potencia polemista. Era incendiario, insoportable e irresistible, como cuando dijo, lo recuerda María Moreno, que Neruda era un boludo con vista al mar, o cuando dijo que “si me apuran, tengo que decir que Rodolfo Walsh fue el mejor escritor argentino del siglo XX”. Lo dijo, claro, mirando a Borges. Si estas afirmaciones vinieran de otro no serían más que un dislate, pero alguien que adore a Neruda o a Borges debería Haber temido pedirle a Viñas que las fundamentara, porque lo habría hecho de un modo tan rotundo y tan difícil de discutir que Neruda o Borges habrían quedado arruinados para siempre.

Una intelectual que fue compañera de Viñas y luego, sometiéndose al cumplimiento de un triste programa de vida, se pasó a la oligarquía más recalcitrante, recordó estos días que Viñas dijo: “Borges no me interesaba”. Sin embargo, en Borges, el diario escrito por Bioy Casares, el editor Daniel Martino anota en un pie de página la versión de un Carlos Correas de una pelea referida por Borges (la anécdota de Borges no vale la pena): «Recuerdo una vez que estábamos en el Edelweiss (…) los de Contorno y en el fondo, había como un comedor muy grande, estaban (…) los surrealistas de (…) Letras y Línea (…). Le estaban haciendo un homenaje al viejo Girondo, que estaba bastante viejo y que estaba completamente borracho (…) David (Viñas) odiaba a los surrealistas. Estaban Alberto Vanasco, un tal Vasco, después un poeta que se llamaba Juan Carlos Pellegrini que era rengo, y ése se peleaba con David. (…) (Éste) le dice: “Pero Pellegrini, eso que usted escribió, esa poesía, ¿a usted mismo no le parece que es buena esa poesía?”. “Sí, cómo no, si yo mismo la escribí, es buena. Es una poesía buena (…).” “No, no, está bien, está bien”, le dice David, “no se ponga nervioso, Pellegrini”. Entonces Pellegrini le dice: “La nerviosidad es natural en mí”. Entonces David le dice: “No, lo que es natural en usted es la renguera”. Entonces, el tipo se levantó y se le fue encima. Empezaron a volar las mesas, las sillas y el viejo Girondo no se daba cuenta (…)» (En El Ojo Mocho, 1996).


martes, 15 de marzo de 2011

Me voy a ver los mmmeils

Los mensajes que la gente se envía por correo electrónico no tienen nombre.

Decir "mensajes" es tan poco definido que es casi no decir nada. Toda información que va de un emisor a un receptor es un mensaje.

Le decimos "mail", ¡peor aún! "Mail", versión tilinga de "correo" (te mandé un correo, ¿recibiste mi mail?) es un genérico más primitivo aún.

Yo, para molestar, digo "carta". Me dan ganas de molestar porque me irrita que se diga "mail", "correo", "mensaje". Sé que no son cartas, porque no tienen su estructura y los rasgos que le impone al texto todo el soporte, desde la manuscrita, lapicera y papel, hasta el tiempo de espera, el cartero, etc. Además es cosa de viejos que no se adaptan al mundo de hoy.

Algunos sinónimos de "carta" serán quizás mejores: esquela, misiva, recado.

Esquela
1. f. Carta breve que antes solía cerrarse en forma casi triangular.
2. f. Papel en que se dan citas, se hacen invitaciones o se comunican ciertas noticias a varias personas, y que por lo común va impreso o litografiado.

Misivo, va.
(Der. mod. del lat. missus, part. pas. de mittĕre, enviar).
adj. Dicho de un papel, un billete o una carta: Que se envía a alguien. U. m. c. s. f.

Recado.
(De recadar, y este del lat. *recapitāre, recoger).
1. m. Mensaje o respuesta que de palabra se da o se envía a alguien.
3. m. Memoria o recuerdo de la estimación o cariño que se tiene a alguien.

(No son muy buenas definiciones; de la RAE).

Los tres términos quedan ridículos reemplazando a "mail", pero son mejores.

Y quizás sea mejor aún "nota".

Nota
6. f. Mensaje breve escrito que no tiene forma de carta.

Lo cierto es que ninguna de estas definiciones (y menos "mail", "correo" o "mensaje") es buena para este tipo particular de mensaje que es el que va por correo electrónico.

domingo, 13 de marzo de 2011

Aguas de marzo

Muchos años vi lo que está pasando ayer y hoy: que un viento maduro, adusto, llega para cumplir su seria labor de llevarse el verano. Quizás el verano vuelva unos días, y luego nuevamente, pero una y otra vez regresará este viento a llevárselo.

La canción de Tom Jobim es un final parecido, más lindo, exquisitamente melancólico.


Aguas de marzo

Es palo, es piedra, es el fin del camino
Es el resto de un toco, es un poco solo
Es un pedazo de vidrio, es la vida, es el sol
Es la noche, es la muerte, es la línea, es el anzuelo
Es caoba del campo, es nudo en la madera
Caingá, candeia, es el Matita Pereira
Es madera de viento, caída en el barranco
Es el misterio profundo, el quieras o no quieras
Es el viento soplando, el fin de la ladera
Es la viga, es la rajadura, fiesta en el techo
Es la lluvia lloviendo, es conversación en la orilla
De las aguas de marzo, es el fin del cansancio
Es el pie, es el piso, es la caminata por el camino
Pajarito en la mano, piedra en la gomera
Es un ave en el cielo, un ave en el piso
Es una correntada, es una fuente, es un pedazo de pan
Es el fondo del pozo, es el fin del camino
En el rostro el disgusto, es un poco solo
Es un abrojo, es un clavo, es una punta, es un punto
Es una gota goteando, es una cuenta, es un cuento
Es un pez, es un gesto, es una plata brillando
Es la luz de la mañana, es el Tijolo llegando
Es la leña, es el día, el fin del sufrimiento
Es la botella de caña, la astilla en la senda
Es el proyecto de la casa, es el cuerpo en la cama
Es el auto encajado, es el barro, es el barro
Es un paso, es un puente, es un sapo, es una rana
Es un resto del monte en la luz de la mañana
Son las aguas de marzo cerrando el verano
Es la promesa de vida en tu corazón
Es una culebra, es un palo, es Juan, es José
Es una espina en la mano, es un corte en el pie
Son las aguas de marzo cerrando el verano
Es la promesa de vida en tu corazón
Es palo, es piedra, es el fin del camino
Es el resto de un toco, es un poco solo
Es un paso, es un puente, es un sapo, es una rana
Es un lindo horizonte, es una fiebre terca
Son las aguas de marzo cerrando el verano
Es la promesa de vida en tu corazón
Palo, piedra, fin, camino
Resto, toco, poco, solo
Pedazo, vidrio, vida, sol, noche, muerte, línea, anzuelo
Son las aguas de marzo cerrando el verano
Es la promesa de vida en tu corazón
Es palo, es piedra, es el fin del camino
Es el resto de un toco, es un poco solo

* * * 

É pau, é pedra, é o fim do caminho
É um resto de toco, é um pouco sozinho
É um caco de vidro, é a vida, é o sol
É a noite, é a morte, é o laço, é o anzol
É peroba do campo, é o nó da madeira
Caingá, candeia, é o MatitaPereira
É madeira de vento, tombo da ribanceira
É o mistério profundo, é o queira ou não queira
É o vento ventando, é o fim da ladeira
É a viga, é o vão, festa da cumeeira
É a chuva chovendo, é conversa ribeira
Das águas de março, é o fim da canseira
É o pé, é o chão, é a marcha estradeira
Passarinho na mão, pedra de atiradeira
É uma ave no céu, é uma ave no chão
É um regato, é uma fonte, é um pedaço de pão
É o fundo do poço, é o fim do caminho
No rosto o desgosto, é um pouco sozinho
É um estrepe, é um prego, é uma ponta, é um ponto
É um pingo pingando, é uma conta, é um conto
É um peixe, é um gesto, é uma prata brilhando
É a luz da manhã, é o tijolo chegando
É a lenha, é o dia, é o fim da picada
É a garrafa de cana, o estilhaço na estrada
É o projeto da casa, é o corpo na cama
É o carro enguiçado, é a lama, é a lama
É um passo, é uma ponte, é um sapo, é uma rã
É um resto de mato, na luz da manhã
São as águas de março fechando o verão
É a promessa de vida no teu coração
É uma cobra, é um pau, é João, é José
É um espinho na mão, é um corte no pé
São as águas de março fechando o verão,
É a promessa de vida no teu coração
É pau, é pedra, é o fim do caminho
É um resto de toco, é um pouco sozinho
É um passo, é uma ponte, é um sapo, é uma rã
É um belo horizonte, é uma febre terçã
São as águas de março fechando o verão
É a promessa de vida no teu coração
pau, pedra, fim, caminho
resto, toco, pouco, sozinho
caco, vidro, vida, sol, noite, morte, laço, anzol
São as águas de março fechando o verão
É a promessa de vida no teu coração.


viernes, 11 de marzo de 2011

El padre de Zitarrosa


Alfredo Zitarrosa fue anotado con el apellido de su madre, Iribarne, porque fue hijo natural. Su padre lo negó, y otros padres le dejaron heridas, y también lo amaron.

Del argentino Alfredo Nicolás Zitarrosa tomó el apellido que haría célebre.

En el disco Textos políticos, se refiere a la muerte de otro padre, Carlos Durán: "Carlos no era mi padre y yo lo sabía. Era muy viejo para ser mi mejor amigo, pero cuando ya viudo me pidió que no lo abandonara, sentí que más que mi padrastro era mi hermano, y lo acompañé hasta el final, y lo enterré, con la ayuda de sus sobrinos auténticos, después de rescatarlo, desnudo, de la morgue del Hospital Militar. Su ataúd sonó como un bramido al dar un tumbo en el fondo del Panteón Policial del Buceo".

En la canción Explicación de mi amor canta:

Mi padre serás, como fuiste mi padre,
un gameto en la grieta cerrada del tiempo,
voz ronca de un órgano ya enmudecido,
ahí estás, larga caja de pino.

El llanto que nombre tu nombre será
breve y, hombre, tal vez lo sabías;
pero es tanto amor exigiendo mi amor;
por favor, no te sigas muriendo.

Zitarrosa murió en enero de 1989. Yo estaba en Montevideo ese día y fue un acontecimiento que sacudió la historia de la ciudad. Tenía 52 años. Lo recuerdo hoy, 10 de marzo, cuando estaría cumpliendo 75.


martes, 8 de marzo de 2011

Cuñadas

Voy a la escuela de clown de Marcelo Katz a presenciar una clase. Con el material haré una nota para el suplemento Espectáculos del diario Clarín.

Anoto: Ejercicio con la consigna “cuando venía para acá me encontré con…” Es un juego, pero los alumnos deben jugarlo a fondo. Un juego que no pueden hacer o no hacer, hacer de cualquier manera, hacer cualquier cosa. Deben haberse encontrado con alguien realmente, y deben convocar con toda su alma y su voluntad, con todo el esfuerzo, lo que les pasó por haberse encontrado con tal o cual. Deben sudar, deben dar la vida por darle al público lo que les pasa por haberse encontrado con quien se encontraron. Deben jugar en serio.
El juego es extremo. Son dos estudiantes solitas, expuestas en el enorme escenario grande como una cancha de básquet. Cuando le toca el turno a cada una, no puede paralizarse, tiene que decir con quien se encontró, qué hizo, etcétera, y tiene que ser alguien con quien de verdad se encontró, y deben mostrar cómo la dejó el encuentro, sin pensar, sin inventar, sin artificios ni trucos. Deben hacer fluir el Espíritu, lo que Katz llama “la sensación”.
Están las dos tensísimas, muertas de miedo de quedarse trabadas, o de que el pensamiento las gane. Tienen terror de hacer las cosas mal.
Una de las chicas cuenta que tuvo un encuentro amoroso con una estrella del rock. Da detalles, se apasiona, grita, gesticula, le dice obcenidades a su amante delante del público. Entonces Katz manda a los alumnos observar a la otra chica, y le pregunta a ella qué le pasa. La chica dice:
— Es mi cuñada.
— ¿Es tu cuñada, en la realidad? —la chica asiente.
— ¿Y por eso tenés esa cara de afligida?
La chica vuelve a asentir y Katz larga una carcajada. La alumna acepta, disfruta que se rían de ella, captura la incomodidad que siente y se la muestra al público. Se pone a llorar a los gritos y entonces la cuñada deja brotar un sentimiento de protección irrefrenable por la que llora y corre a abrazarla.
— ¿Y usted por qué llora? ¿No la estaba pasando bárbaro con el rock star?
— Sí, ¡pero no puedo verla llorar a ella! ¿No se da cuenta de que sufre?
Esas palabras sellan la escena y ahora las dos lloran a los gritos.
— ¡Qué cuadro! ¿A ustedes les parece, en vez de actuar? ¡Muéstrense al público! ¡Recojan lo que el público les devuelve!
En la tribuna los demás estudiantes lloran, aplauden y se ríen, todo a la vez.




viernes, 4 de marzo de 2011

Nuestra actividad en X fiAdos

Las bandas que quieran participar en nuestros recitales, comunicarse a gustavoemiliong@gmail.com

Fragmento del Prólogo de Payasadas (Slapstick), de Kurt Vonnegut


Así fue cómo mi hermano y yo nos instalamos en un avión que partía de Nueva York con destino a Indianápolis. Yo ocupé el asiento del pasillo y Bernard el de la ventana. Después de todo era un científico especializado en el estudio de la atmósfera, y las nubes le decían mucho más a él que a mí.
Ambos pasábamos el metro ochenta, conservábamos gran parte de nuestro cabello, que era castaño, y lucíamos idénticos bigotes, a su vez copias del bigote de nuestro difunto padre.
Teníamos un aspecto inofensivo, un par de viejos y simpáticos personajes recortados de alguna historieta.
Había un asiento vacío entre nosotros, lo que no dejaba de tener cierta poesía espectral. Podría haber sido el asiento de nuestra hermana Alice, cuya edad se situaba justamente entre la de Bernard y la mía. Ella no se encontraba en ese asiento para acudir al funeral de su querido tío Alex porque había muerto de cáncer entre extraños, en Nueva Jersey, a los 41 años.
—¡Radionovelas! —nos dijo a mi hermano y a mí, una vez que hablábamos de su muerte inminente. Dejaba cuatro niños pequeños.
—Payasadas —añadió.
Hi ho.

 * * *

Pasó el último día de su vida en un hospital. Los médicos y las enfermeras le dijeron que podía fumar y beber cuanto quisiera y que podía comer todo lo que se le ocurriera.
Mi hermano y yo fuimos a verla. Respiraba con dificultad. En otro tiempo había sido tan alta como nosotros, lo cual resultaba bastante incómodo para ella puesto que era una mujer. A causa de eso nunca había mantenido una postura adecuada. Ahora parecía un signo de interrogación.
Tosió, se rió. Hizo un par de bromas que ya no recuerdo.
Luego nos pidió que nos fuéramos.
—No miréis para atrás —nos dijo.
Así que no lo hicimos.
Falleció más o menos a la misma hora en que murió el tío Alex: una o dos horas después de la puesta del sol.
Y su muerte no habría tenido ninguna importancia desde un punto de vista estadístico, a no ser por un detalle que es el siguiente: James Carmalt Adams, su saludable marido, director de una revista mercantil que publicaba en un cubículo de Wall Street, había fallecido dos días antes a bordo de The Brokers Special,  el único tren de la historia del ferrocarril norteamericano que se ha lanzado al vacío debido a que un puente levadizo no había sido bajado.
Calcule usted.

 * * *

Esto ocurrió realmente.

 * * *

Bernard y yo no dijimos nada a Alice de lo que le había ocurrido a su marido; el cual debía hacerse cargo de los niños después de su muerte, pero ella se enteró de todos modos.
Una paciente externa le enseñó un ejemplar del Daily News de Nueva York. Los titulares de la primera página hablaban del desastre del tren. Sí, y además venía una lista de los muertos y desaparecidos.
Como Alice no había recibido ningún tipo de instrucción religiosa y había llevado una vida intachable, nunca pensó que su mala suerte fuese otra cosa que una serie de accidentes en un lugar muy concurrido.
Bravo, Alice.

* * *

El agotamiento, seguramente, y serios problemas económicos también, le hicieron decir hacia el final de sus días que tenía la impresión de que en realidad no era muy apta para vivir.
Pero también es cierto que lo mismo le ocurría a Laurel y Hardy.

 * * *

Mi hermano y yo nos habíamos hecho cargo de su casa. Después de su muerte, sus tres hijos mayores, que se hallaban entre los ocho y los trece años de edad, celebraron una reunión a la que no se permitió la entrada a los adultos. Luego salieron y nos pidieron que respetáramos dos peticiones: permanecer juntos y conservar sus dos perros. El niño menor, que no asistió a la reunión, era un bebé de un año más o menos.
Desde entonces, yo y mi esposa, Jane Cox Vonnegut, nos encargamos de criar a los tres mayores junto con nuestros tres hijos, en Cape Cocí. El bebé, que vivió con nosotros durante un tiempo, fue adoptado por un primo de sus padres, que actualmente tiene el cargo de juez en Birmingham, Alabama.
Así sea.
Los tres mayores conservaron sus perros.

 * * *

Ahora recuerdo lo que uno de sus hijos, que se llama Kurt como mi padre y como yo, me preguntó mientras íbamos en el coche de Nueva Jersey a Cape Cod, con los dos perros en la parte trasera. El chico tenía unos ocho años.
Viajábamos en dirección norte de modo que para él estábamos subiendo. íbamos solos. Sus hermanos habían partido antes.
—¿Son simpáticos los chicos allá arriba? —preguntó.
—Sí —contesté.
Actualmente es piloto de una línea aérea.
Todos han dejado de ser niños y se han convertido en alguna otra cosa.

* * *

Uno de ellos se dedica a la crianza de cabras en la cima de una montaña en Jamaica. Ha hecho realidad uno de los sueños de mi hermana: vivir lejos de la locura de las ciudades y con animales por amigos. No tiene teléfono ni electricidad.
Depende totalmente de la lluvia. Está perdido si no llueve.

 * * *

Los dos perros han muerto de viejos. Solía revolearme con ellos por las alfombras durante horas y horas, hasta que quedaban exhaustos.

 * * *

Sí, y los hijos de mi hermana ahora hablan con mucha franqueza acerca de un delicado asunto que solía preocuparles mucho: no encuentran ni a su padre ni a su madre en sus recuerdos, no los encuentran por ninguna parte.
El que se dedica a la crianza de cabras se llama James Carmalt Adams, como su padre, y una vez me dijo lo siguiente, mientras se daba unos golpecitos en la cabeza con las puntas de los dedos:
—No es el museo que debería ser.
Creo que los museos de las mentes infantiles se vacían automáticamente en un momento de horror extremo para proteger a los niños de un dolor eterno.

 * * *

Para mí, en cambio, haber olvidado de inmediato a mi hermana habría sido una catástrofe. Nunca se lo dije a ella, pero siempre fue la persona para quien escribí. Ella era el secreto de cualquier unidad artística que pueda haber conseguido, el secreto de mi técnica. Sospecho que cualquier creación que posea alguna forma de totalidad y armonía fue llevada a cabo por un artista o un inventor que tenía un público en la mente.
Así es, y ella tuvo la bondad, o más bien, la naturaleza tuvo la bondad de permitirme sentir su presencia durante cierto número de años después de su muerte, de permitirme seguir escribiendo para mi hermana. Pero con el tiempo empezó a desdibujarse, quizás porque ella tenía cosas más importantes que hacer en otra parte.
Sea como sea, cuando murió el tío Alex ella ya había dejado de ser mi público. De modo que el asiento entre mi hermano y yo me parecía especialmente vacío. Lo llené como mejor pude con el ejemplar de The New York Times de ese día.



Puede leerse el libro entero en http://www.choapa.net/Payasadas.pdf , aunque recomiendo comprarlo.


jueves, 3 de marzo de 2011

Fishing sharkies

Invito a ver la primera parte del episodio de Fishing with John en que John Lurie acomete la aventura de pescar tiburones.







Impacta en las imágenes la frase “los pescadores se levantan excitados por estar vivos”.

Anteriormente, la imagen del único predador del tiburón.

Impacta el discurso:

Fascinante, el mundo de hoy. Con tecnología el hombre sabe más del mundo en que vive que lo que supo antes.
Aún así, sabemos muy poco.
Sabemos muy poco, por ejemplo, sobre el tema del programa de hoy: el tiburón.
El tiburón ha vivido de la misma manera durante millones de años.
La palabra “tiburón” (“shark”, en inglés) viene de la palabra alemana “sharkie”, que significa “villano”.
¿Cuán profundo es el océano (Note del Bloggero: creo que hemos cambiado de tema porque no sabíamos realmente mucho más sobre el tiburón)? Seguramente, nadie lo sabe, realmente.


* * *



En otro episodio, John Lurie invita a su amigo Dennis Hopper a Tailandia, en una aventura temeraria: a pescar el pez más tremendo que existe, el Calamar Gigante, cuyos ojos "del tamaño de una pelota de volley" hipnotizan a cualquier mamífero. En el principio de este video se explica que John y Dennis han quedado hipnotizados. Luego la pesca deriva hacia tierra. En el bar John le pregunta a Dennis qué piensa de los turistas que se ponen cualquier cosa, adornos que no osarían mostrar en sus pueblos, y Dennis, que lleva una gorra tailandesa con elefantes bordados en oro, calla.