lunes, 6 de julio de 2020

Una dosis de Cuba y China para Alberto



Creo que entorpece el pensamiento y enchastra la ética la teoría de la pureza.
Induce a pensar que hay cosas puras y por tanto, que hay cosas puras y cosas contaminadas.
Lo puro es lo distinto —y tan fácilmente se pasa se lo distinto a lo distinguido.
Para que haya algo puro debe reinar la lógica más primitiva, la que establece que algo no es otra cosa. A no es B.

Tan aferrado Occidente a esta manera de ver la realidad, queda tan entrampado, tan obtuso, tan tosco.
Podemos dar un pasito más y entrar en la teoría de las dosis.
Aceptar que hay cosas puras, pero que en la realidad existen en dosis.
Dosis de mujer.
Dosis de amor.
Dosis de gorila.

Desde la teoría de las dosis intentaré armar un cuadro.


► China y Cuba tienen una dosis de dictadura. China lo asume en su constitución.
Qué insoportable es esto para quienes gustan de China, pero aborrecen las dictaduras.
Incluso si China tuviera una mínima dosis de dictadura.
Insoportable, angustiante, doloroso especialmente para los argentinos, a quienes el término “dictadura” nos remite a los gobiernos militares, especialmente el último, ensañadamente asesino.
Cualquier cosa que pueda ser nombrada como “dictadura” nos enardece.
No a todos, claro. Digamos que muchos tenemos una dosis de antidictadura en nuestra moral cívica.

► Un pensamiento con una dosis de pragmática propondría que siendo dictaduras, la de China y las de los militares argentinos, son opuestas.
La dictadura china ha sido ejercida contra los sectores que hasta 1949 explotaban al pueblo, mientras los militares argentinos una y otra vez tomaron el poder durante el siglo XX por mandato de los explotadores.
Podría decirse que las de Cuba y China fueron dictaduras del proletariado (o del campesinado), mientras que las de Argentina, como las de América Latina, fueron dictaduras de los sectores capitalistas hegemónicos.

► Con una dosis de honestidad se comprobará que las dictaduras de Cuba y de China consiguieron que las vastas mayorías vivan mejor.
Si no hubiera habido revolución en esos dos países, la gente de Cuba habría estado tan mal como la de, por citar un país, El Salvador, y los chinos estarían tan mal como los indios.

► Resulta previsible que la fustigación contra las dictaduras de Cuba y de China fuera alentada desde los sectores perjudicados, o sea los explotadores y sus sirvientes.

► En Argentina, Eva Perón tenía una alta dosis de certeza de que no se lograría el bienestar de los explotados mientras la oligarquía siguiera decidiendo sobre toda la sociedad.

► La defensa de los intereses de la clase explotadora observa una dosis de enmascaramiento de defensa del bien común, la democracia, la ley, el orden institucional y la paz social.
Mientras, acusa a los dirigentes de las dictaduras de China y Cuba de corruptos que formaron otra clase explotadora, reemplazando a la que derrocaron.
Aún sin revisar la eventual corrupción del esquema dirigencial, los logros de Cuba y China en beneficio del pueblo son muy difíciles de discutir.

► Podría ser que algunos progresistas que se alzan como paladines de la defensa de la democracia, el respeto por los derechos y libertades individuales, en contra de Cuba o de China, quizás lo hagan obedeciendo a una dosis de identificación con los explotadores.

► En su hasta ahora breve gestión, el presidente argentino Alberto Fernández evidencia una alta dosis de democratismo. Es tolerante y se muestra abierto a todos quienes manifiesten querer el bien del país, no importa el partido político o sector social al que pertenezcan. Ha dicho que su presidencia no está sometida a “la grieta”, sino que gobierna para todos.
Muchos observan con atención cuál será su estrategia para armonizar posiciones entre bandos muy enconados entre sí, más si se considera que los que están de un lado de la grieta son los explotadores y del otro, los explotados.
En la doctrina peronista hay una alta dosis de convicción de que gobernar es conciliar los diversos intereses, incluso contrapuestos entre sí.
La dosis de peronismo en Alberto Fernández es muy alta y esta convicción explica su confianza en superar la grieta.

► Hay quienes tienen una dosis de escepticismo respecto del futuro, considerando que los sectores explotadores y sus servidores no accederán a ceder ni una partícula de sus privilegios en pos de una conciliación.

► También hay quienes se preguntan qué dosis de democracia hay si se considera a todos iguales, siendo que unos tienen más poder que otros.
¿No habría una dosis mayor de democracia si se equiparara el poder de los diferentes sectores de la sociedad y de todas las personas?
Es decir, haciendo un balance desde mediados del siglo pasado, atendiendo al bienestar de las vastas mayorías, ¿no hubo una dosis mayor de democracia en las dictaduras de Cuba y en China que en las democracias de Occidente, incluida las de Argentina?


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