domingo, 26 de febrero de 2023

Tres enseñanzas del Conejo

Primera Enseñanza del Conejo 

Aprovechemos que estamos en el Año del Conejo para que el Conejo nos ofrezca enseñanzas como estas que sigue.

Una persona —vos, ponele— puede ser consciente de cómo camina.

De la velocidad con la que camina.

Puede caminar rígida o flexiblemente.

Puede ir toc-toc-toc como un robot o acompasadamente.

Con los pies hacia fuera, paralelos hacia adelante o hacia adentro, chuequeando.

Puede caminar coordinando el movimiento de las piernas con los brazos o no.

Mirando hacia adelante o hacia abajo.

Apoyando la planta de los pies enteras, como un pato, o apoyando primero el talón luego cada parte de la planta y terminar con los dedos.

Puede mantener la cadera fija o menearla, más, menos, exagerada o imperceptiblemente.

Puede caminar con ritmo o sin ritmo , o con el ritmo que le salga.

O sea, una persona puede decidir cómo caminar.

Si practica lo suficiente, puede llegar a caminar como es.




Segunda Enseñanza del Conejo 

Muchas personas no saben qué hacer con sus manos cuando las toma una cámara.

Les parece que hagan lo que hagan, no va a parecer natural.

Hay personas que no saben cómo pararse ante una cámara.

Sin embargo, sí han decidido qué hacer con su cabello.

No saben qué gesto hacer, pese a que sí han sabido maquillarse.

Han elegido la ropa para la vocación de estar frente a una cámara, pero cuando la cámara se enciende, no saben qué hacer con su boca.

Y no saben cómo mirar, ¡y mirar dice todo de una persona!

Antes de estar frente a una cámara, conviene estar todo el tiempo necesario delante de un espejo, y en ese tiempo, que tal vez convenga repetirlo, decidir qué hacer con las manos, decidir cómo estar parado, los gestos que se harán, qué se hará con la boca y cómo se mirará.

Algo más: no hace falta que ocurra la situación extrema de tener una cámara delante. 

Siempre nos mira alguien, aunque no lo sepamos, aunque no haya nadie.

Siempre hay una mirada puesta en nosotros.

Decidamos ser quienes somos ante esa mirada.





Tercera Enseñanza del Conejo 

Hay una danza del carnaval de Oruro en que los hombres todos juntos muestran que tienen espaldas enormes. 

Un poco encorvados, apuntando sus espaldas al cielo, hacen sentir que podrían cargar sobre ellas una montaña, y que la montaña no los aplastaría.

Hay mujeres que andan como queriendo ocultar sus pechos, y otras llamando la atención sobre ellos.

Hay personas que parecieran alargar sus cabezas hacia el cielo, y otras que las ocultan entre sus hombros como una tortuga.

Algunos hombres van como echados para atrás  en una actitud de gran vanidad, mientras otros arrastrando los pies, vencidos. 

El modo en que se lleva el cuerpo entero y cada parte de él, puede tomar a una persona, y la persona no enterarse de que está tomada. 

Al contrario, la persona tiene la opción de decidir qué hacer con su cabeza, sus hombros, su torso, su espalda, su cola, sus pechos, su cuerpo.





1 comentario: