Tengamos fe en estas Fiestas de Fin de Año.
No nos queda otra que tener fe.
Tengamos fe en ese Espíritu que una y otra vez ha surgido
en nuestra historia, buscando el Bien en medio de la crueldad.
Estamos hipnotizados con el ídolo Milei, como pasó con
Hitler.
Siempre el loco fascina.
Encandilados, no vemos cuáles son los poderes que lo
hacen gobernar.
Nos pasó con la dictadura, sólo veíamos a Videla y los
militares, y tardamos más de 20 años en comprender que había sido una dictadura
“cívico militar”.
La mano que maneja a Milei es la misma.
Sabe hacer.
Sabe hacernos creer que lo que está pasando es justo, que
es normal, que es para el bien de la Argentina.
Nos hicieron creer que para salvar a la Patria era
necesario asesinar a miles, matar a miles de argentinos, torturar, desaparecer,
traficar bebés de personas secuestradas, la perversión de hacer creer a esos
bebés que eran otras personas.
Igual que los nazis hicieron creer que el infierno de
Auschwitz era necesario, igual que Israel pretende naturalizar que sea justo
destrozar a los palestinos, viejos, niños, madres.
Esta gente sabe hacer.
La mano que mueve a Milei es la que organizó a todo el
establishment, a todas las fuerzas militares y de seguridad para aterrorizar y
hacer que el terror estuviera bien.
Fueron formados por norteamericanos, franceses especialistas
en quebrantar a la gente.
Convencieron a miles de que había que matar. Miles que no
habían nacido todos demonios.
Supieron reclutar a cientos de tipos que arrancaban uñas
con tenazas y le metían la picana a una mujer para torturar al bebé que tenía
en la panza.
Estaban llenos de odio contra la negrada, contra los
pobres, pero no actuaron en un arranque de odio.
Supieron administrar la sociedad haciéndole creer que
hacían lo mejor para la Patria.
Y eso es lo que están haciendo hoy.
Están naturalizando la miseria.
Los que queremos que nuestros hijos estén bien, no
tenemos más que la fe.
Aquella dictadura fue superada, pero siguió pariendo
monstruos.
Y aquí están.
Tenemos que tener fe en que podremos mantenerlos a raya.
En esta Navidad tenemos a alguien que sigue gritando:
“Por más que nos pongan mil milicos adelante
ESTAMOS.
Por más que no les guste
ESTAMOS
Por más que nos quieran tapar
ESTAMOS
Y si nos matan
SEGUIREMOS ESTANDO”
Esa fe debe hacernos actuar.
Cada uno haciendo lo que pueda.
Aunque sea pensar.
Aunque sea no mirar para otro lado.
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