El rito según lo concibe Confucio —li, 礼—, es el yin que convoca al yang.
Para meterme a escribir, me hago un café.
Me compré esa tilinguería de una carpeta esponjosa para yoga, y ahora cada mañana hago yoga porque la carpeta es como que me anima.
El gobierno de Guangxi construyó un puente sobre el río Li cuando nadie pasaba en balsa ni de ninguna manera lo que había en una costa a la otra, pero desde que está el puente de un lado del río comenzó a producirse cebada, porque por el puente se llegaba directamente a la aldea donde se podía vender.
No es que el rito sea infalible, pero muchas veces activa lo que de otra manera se queda quieto de un modo indolente.

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