A mí no me hizo peronista mi padre chino.
Recién ahora, que está viejito, mi hermana lo hizo
peronista.
Antes era antiperonista porque los peronistas le hacían
paro a la fábrica que trajo de China.
Me hicieron peronista mis tíos Horacio, Rosita y sobre
todo mi tía Irma y mi vieja, que en los años 50 tenían destino de amas de casa
esclavas, pero apareció Eva, y Eva las emancipó, y se hicieron enfermeras y
personas íntegras.
Me hizo peronista Perón, escuchando lo que habló y sobre
todo leyendo lo que escribió. Y después, leyendo lo que escribió John William
Cooke.
Y me hicieron peronista unos tipos —unos muchachos,
dirían los peronistas; unos monos, se decía en aquella época— que me vieron andando
solo, un día de 1982, que se marchaba hacia la Plaza, y me dijeron “¡subí,
subí!”, y me subieron a la caja de un camión,
Parece que estoy inventando, pero fue así.
Un camión de peronistas.
Atahualpa Yupanqui —quien, aunque le pese a los progreperonistas, tenía un
color tirando al goriláceo— dijo de un conjunto folclórico “esos son un camión
de peronistas”.
Me gritaron “¡subí, subí!”, sin pedirme que recitara las
20 verdades, sin preguntarme si seguía la doctrina peronista, si era afiliado
al Partido Justicialista, si había estado en Ezeiza, o si era trotzkista, homosexual
o radical,
“¡Subí, subí!”, y me subí.
Pienso en esos muchachos, en mi tía Irma y no sé si soy
digno de llamarme peronista, pero sí sé que puedo decirme peronistista.
Mi viejo no era peronista, pero por honrarlo empecé a ir
a China, y cuando vi lo que hacía el Gobierno chino —que es marxista y nosotros
no somos ni yanquis ni marxista, pero bueno, qué quilombo—, cuando vi lo que
hacía el Gobierno chino con los más pobres, pensé que eso es lo que habría
hecho Perón si la puta oligarquía y los yanquis no lo hubieran volteado.
Me dije que los chinos no tienen idea de cuán peronistas son.
Se dicen a sí mismos “socialistas con peculiaridades chinas”,
una complicación para decir que hicieron una doctrina para su país, igual que
Perón hizo con Argentina. Los argentinos la hicimos más simple, le dijimos “peronismo”
y chau; es lo que tendrían que haber hecho los chinos.
Como dice ahora Dady Brieva, “mi viejo dice que el
peronismo son tres cosas: la primera, justicia social, las otras no me acuerdo”.
Y eso hacen los chinos.
Y entonces ahora mi viejo, a los 90 años, dice que sí,
que cuando él llegó a Argentina a principio de los años 50, estaba Perón.
Que en la embajada de Argentina en Hong Kong le dieron una foto de Perón y Eva
y él se la trajo en la valija.
Y que vino a la Argentina porque Perón tenía una política para facilitar la
radicación de industrias extranjeras, incluso de China.
Así que si no hubiera existido Perón, yo no escribiría esto, porque no
existiría.
Es medio cualquiera que diga que yo le debo la vida a
Perón, pero cuántos han dicho lo mismo, así como fue medio cualquiera que me
gritaran “¡Subí, subí!”
Emociona tu historia ! Frente a la crueldad en la que estamos viviendo. FuerzaPatria!!!!
ResponderEliminar¡Abrazo!
EliminarGENIAL!!
ResponderEliminar¡Abrazo!
EliminarMe convenciste bien temprano, cuando escribiste "mi vieja, que en los años 50 tenían destino de amas de casa esclavas, pero apareció Eva, y Eva las emancipó, y se hicieron enfermeras y personas íntegras." Exactamente la historia de mi vieja y sus amigas. No me refiero solo a la "coincidencia" sino a las horas reales, vividas alrededor de la enfermería, la "máquina de coser" y los besitos (a los tres años) tirados a la estatua de Evita en la estación de subte. ¡Gracias, muchacho!
ResponderEliminarYa tenías la convicción muy adentro de tu alma, me parece.
EliminarViva Perón carajo!!!
ResponderEliminarPerón está allá muy adelante.
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