domingo, 26 de noviembre de 2017

Los musulmanes y Jesucristo en el bar

Fuimos a tomar unas cervezas, Papa Rick, su hermana Mina, un par de amigos y un par de parientes. A Papa Rick lo tuve a upa cuando tenía cuatro meses. Ya era gigante. Mi familia materna de Estados Unidos es de la parentela más íntima para mí. Vivimos juntos cosas que nos unieron mucho. 
Si uno quiere mirar lo extraño a los ojos, lo mejor es la familia. No te podés escapar. Lo bestial aparece en la mente de alguien de quien sos parte. 
Mis amigos buscan la lucidez. Uno de las más lúcidos ha explicado el modo en que los norteamericanos viven la política: como una fe. Así se deslizan al fanatismo naturalmente. Y así encuentran en los musulmanes a su archienemigo. Le atribuyen vivir la política como una fe y deslizarse al fanatismo naturalmente. Construyen un musulmán asesino y fanático y le atribuyen el personaje a todos los musulmanes de carne y hueso. 
Ayer en el bar también salió el tema de John Lennon. Les pregunté a los mayores si recordaban qué pensaron sobre su asesinato el día en que lo balearon. Nadie dijo nada interesante, uno soltó: “el tipo dijo muchas estupideces, no? Le faltó el respeto a Jesucristo y todo eso”. (Lennon dijo en 1968, hace 50 años, “somos más famosos que Jesucristo”, lo que provocó en Estados Unidos una ola de indignación que incluyó quemas de los discos de los Beatles en todo el país y la cancelación de giras).  

Para esta gente que para mí está de este lado, más aún, está adentro mío, la normalidad es que Estados Unidos bombardee hospitales llenos de musulmanes y que hayan matado a Lennon por blasfemo. 

miércoles, 15 de noviembre de 2017

Gracias, Paco

Yo quiero ir a España, encontrar la casa de Paco Ibáñez y saludarlo. Nada más quiero darle la mano y decirle que gracias.
En el 2012 estuvo por acá, anduvo por muchos lugares, en Santiago del Estero cantó una chacarera muy contento, dicen.
Antes, grabó un programa con Cecilia Rosetto en la TV Pública.
Pueden verlo acá cantando (minuto 16) Palabras para Julia, que es algo tremendo y necesario.
Es una gloria que haya sido recibido por el canal del Estado argentino, un tipo que en ese momento, a los 78 años, era aún un grano en culo para la derecha española.
El estudio estaba lleno de gente.
Realmente hemos tenido una revolución. Ese programa, Paco Ibáñez, todo pertenece a un pasado que se ha hecho polvo, que apenas podemos recordar.
La reacción gorila arrasa en todo el mundo, su cola ha barrido lo que hubo aquí.
Pero ¿hemos peleado bien? ¿Teníamos un castillo de cristal?
Nos toca llorar por lo que no supimos mantener, y quizás tampoco habíamos sabido conseguir. Nos toca luchar, como hizo Paco Ibáñez desde el exilio, quizás toda la vida, para que nuestros hijos vuelvan a tener algo mejor.
Y tenemos que hacer que ellos también luchen y se lo ganen.





Demasiadas ballenas


Murió a los 55 años Satoru Iwata, presidente de Nintendo. No me dice nada, nunca tuve nada que ver con los videojuegos. Llegué tarde.
Murió a los 55 años Gustavo Ceratti. Era careta, pero también sex and drugs and rock and roll. Me persigno.
Murió a los 55 años Roberto Cabañas, el paraguayo que fue ídolo en Boca. Bueno, los futbolistas se jubilan entre los 30 y los 40; yo en cambio soy reportero —bueno, Emily Dickinson también escribía y murió a los 55. Y Gustav Klimt también tuvo una vida sedentaria y murió a los 55.
Murieron a los 55 años millones de anónimos, claro.
Murió a los 55 años Bill Haley. Murió a los 55 años Friedrich Nietzsche. Gente realizada. Yo no.
Yo no estoy realizado, pero tampoco moriré a los 55.

Dentro de dos o tres días cumpliré 55 años.
No moriré, pero ese día empezará mi cabalgata hacia la muerte.
Voy a dar batalla.
Construiré puentes.
Traeré animales que viven en el fondo del pozo de agua negra.
Sólo me importará vivir.

Me quedan demasiadas fiestas.
Demasiados pescados para sacar del agua.
Demasiados petardos por encender.
Demasiadas naves que prender fuego.
Caminar por muchas islas.
Demasiados fogones con amigos.
Demasiadas veces en que me despertaré sin saber dónde estoy, qué debo hacer, quién soy.
Me quedan demasiadas ballenas por ver.

domingo, 12 de noviembre de 2017

Mis amigos de Guilin


Con China somos Sur-Sur.
Hay rasgos que compartimos los chinos y los argentinos que no compartimos con los países del Primer Mundo.
Por ejemplo, esa manera de ser amigo que no importa nada más.
Así es mi primo Zhenghuan (y así lo tiene a maltraer la novia).

Vino su mamá de China y ayer le compró un departamento.
Me pidió que lo acompañara. Tenía que llevar mucha plata.
Fuimos con la mamá y la novia.
Ellas hablaron con el escribano, el de la inmobiliaria, los vendedores.
Con el Primo cada tanto nos mirábamos o estábamos con el celular. Bostezamos un par de veces. El primo se quiso ir afuera a fumar, la novia lo miró duramente, y bueno.

Hoy me invitó a almorzar para agradecerme que lo hubiera acompañado.
“Ayudame a cocinar”, me pidió. “En un rato viene mi vieja y termina de cocinar ella”.
Lo ayudé sacando fotos del proceso de la comida: Pescado en salsa de ostra, sopa de tofu y carne de vaca, chauchas y arroz.

El primo empezó por sacarle las agallas al mero de 800 gramos que compró en el Barrio Chino.



Puso en agua un bloque de tofu.


Limpió la almeja, gigante, no muy agradable al sentido que busca afinidades visuales, pero que hace furor en China y se llama geoduck o almeja rey.


Remojó el mero con agua con harina, que “le quita el olor a sangre, que es muy fuerte, sobre todo la sangre que emana la columna vertebral.


Puso a remojar también la almeja de comparación inevitable.


Al llegar su mamá la cocina empezó a tomar forma. El mero fue a parar a un wok, con salsa de soja, un poco de azúcar, la almeja cortada en trocitos y otros ingredientes.
(Ustedes dirán que en ESOS ingredientes está la clave del gusto; puede ser).


 



Mientras, la novia cortaba las chauchas, que recibirían unos minutos de hervor y pasarían a ser salteadas en un wok junto con carne de vaca + INGREDIENTES.


La lechuga sería puesta en remojo un tiempo generoso, antes de ser salteada sola.



El tofu fue cortado en dados grandes y echado al agua hirviendo, que también recibió carne de res con hueso (hueso y sopa son grandes compañeros), y pimientas chinas sin nombre en español.



Y violá.
La salsita oscura era salsa de soja picante con cilantro -más ingredientes.




La mamá que cocinó, Lu Shaolin, me recibió con su marido en su casa en Guilin hace dos años. Me llevaron de paseo a lugares maravillosos. Me atendieron como si fuera un hermano de ellos que me había ido de China cuando era niño.
Esa manera de ser amigo que no importa nada más.




sábado, 11 de noviembre de 2017

Mi hijo tiene una Virgen en el brazo


Un amigo lee algo que escribí, me comenta que se le aparece muy definido mi costado femenino.
¿Será mi madre que vive en mí? ¿O una mujer que no existe en nadie más?
Existe una mujer, como existe un filósofo, un vasco, un tigre, un argentino, un poeta, un padre, un escorpiano, un fascista, un socialista.
Son rasgos, no personas.
Pero ¿qué son las personas sino cuerpos de rasgos?
En un mismo conjunto de estrellas pueden verse diferentes figuras, un guerrero, un perro, un pez, una mano, un centauro, un martillo. La realidad radica en la física de las estrellas y en la forma en que las configuramos.
Esa configuración se parece a la locura. Es un loco quien no sólo ve la cara de la Virgen en una mancha en la piel de su hijo, sino quien cree que es verdad que es la cara de la Virgen. Pasar de tener consciencia de la descripción a creer que es verdad es el salto a la locura.
Sin embargo, creemos en la verdad.
Quiero decir, ¿qué cosa puede ser verdad que no sea algo que describimos?
¿La física de las estrellas? La física también es un recurso de descripción.

Creo que parte de la fascinación del teatro es la comprobación de que una persona es y no es quien es. El desenmascaramiento público de la ilusión del yo monolítico.





jueves, 9 de noviembre de 2017

Carta a Alice, la mujer de mi papá

Querida Alice,
El último día que estuve en Brooklyn almorzamos en un gran restaurante, estaba tan lleno de gente y la comida era tan deliciosa.
Te pedí que me esperaras mientras estábamos en la fila para entrar y corrí a una farmacia.
¿Te acordás?
Necesitaba un dentífrico. Crest.
¿Por qué "necesitaba" Crest?
Parece tonto, pero el dentífrico Crest hace de mí quien soy.
Me dice que soy parte de Nueva York. Ves, Crest no está disponible en Argentina. El aliento de nadie en Buenos Aires huele como el mío. Soy un embajador de todas las personas que tienen un aliento a Crest en Nueva York.
Usar a Crest me dice que pasé esos días con ustedes y me dice que pertenezco a mi Padre y a todos ustedes.
Esa es la razón por la que voy de compras en Nueva York. Mi Padre ha observado que compro objetos ridículos. Tiene razón, pero esos objetos son  astillas de mi pertenencia.







miércoles, 1 de noviembre de 2017

Oposición taylor made

Desorientada, pobrecita, la oposición, problematizada con líderes que se pelean entre ellos, se muestran frustrados, a lo que atina es a la reacción como un petardo mojado, una reacción que expresa la pasividad más triste, sólo actuar en reacción, indignarse, bufar “¡qué barbaridad!” y seguir obedeciendo, nunca más lejos de la iniciativa.
Parece una oposición hecha a la medida del oficialismo.
“Decí que no hay ninguna prueba contra Gendarmería, vas a ver cómo te regalan 38 minutos, todos indignados”.