domingo, 16 de junio de 2013

El viejo gruñón detecta algo que se viene


Un muchacho va de la mano con una chica, los dos en rollers por una bicisenda. Tiene un bella cabeza romana, con ojos hermosos y una barba renegrida. Pero esa cabeza de hombre está implantada en un enjuto, suave y gracioso cuerpo de mujer, con la flacura y proporciones de un chico de ocho años. Y no es un freak. Se siente bien con quien es, y cada vez hay más como él.