Un muchacho va de la mano con una chica, los dos en rollers por una bicisenda. Tiene un bella cabeza romana, con ojos hermosos y una barba renegrida. Pero esa cabeza de hombre está implantada en un enjuto, suave y gracioso cuerpo de mujer, con la flacura y proporciones de un chico de ocho años. Y no es un freak. Se siente bien con quien es, y cada vez hay más como él.
Ligeras anotaciones que hace Gustavo Ng de asuntos que piensa o encuentra escritos en libros mientras va en colectivo y luego comenta con tal o cual persona.
domingo, 16 de junio de 2013
El viejo gruñón detecta algo que se viene
Un muchacho va de la mano con una chica, los dos en rollers por una bicisenda. Tiene un bella cabeza romana, con ojos hermosos y una barba renegrida. Pero esa cabeza de hombre está implantada en un enjuto, suave y gracioso cuerpo de mujer, con la flacura y proporciones de un chico de ocho años. Y no es un freak. Se siente bien con quien es, y cada vez hay más como él.