jueves, 1 de agosto de 2013

Un orgullo


Qué bien los amigos que se enorgullecen de sus amigos. Recién en Plaza Houssay, dos cirujanos en estado de escasa conciencia pero abundante alegría; uno tiene al otro abrazado de los hombros y le grita a un policía que tiene la cara muy cerca de su cara: "¡Este es un fenómeno! ¡Mirá qué cara tiene!" y le dice al amigo "¡Sos un fenómeno, papá!", le agarra la cara con mano estrujadora y le chanta un largo húmedo beso en la mejilla. Al amigo, esmirriado, carita de muñeco Chirolita, le gusta que su amigo expansivo sienta orgullo de él; vaya a saber por qué, pero ¿qué importa?