lunes, 16 de septiembre de 2024

Los bancos de Tony


Hay un banquito que encontré en mi barrio. 

El producto de una solidaridad inaudita. 

El tal Tony lo fabricó en su herrería, lo pintó, le puso cerámicas, y luego lo colocó entre estos postes en una vereda. “Para el descanso del caminante”, quizás pensó el alma del tal Tony.




A la vuelta hizo este otro banco.

Y unos metros más adelante un banco más, alrededor del tronco de un ficus. Tan dedicado como los demás. Incluso parece haberle hecho una base de ladrillos como un cantero, y pintó los ladrillos de rojo y de lila.



Pero me temo que nunca sabremos con exactitud sobre este tema lo suficiente, ni sobre Tony. Una amiga me pidió que lo investigara para escribir la historia, y un persistente silencio entre los vecinos y entre las personas de la iglesia y escuela en cuya vereda están las obras, me dejó un poco perplejo. Insistí, y terminé dando con un vecino que me dijo que sí, que Tony alquiló un garaje que él tenía, Y qué había dejado de alquilarlo y se había ido porque le iba muy mal económicamente. Este vecino era un muchacho joven, que me habló con la puerta apenas entornada. Yo sólo podía ver un ojo suyo. La información que me dio fue ciertamente contra su voluntad y no exenta de cierto misterio.

Hoy, casualmente, di con otra obra. Me puse a leer en la pared los nombres que los chicos de la escuela escribieron con los líquidos para tapar errores, y cuando fui a fotografiarlos, encontré esta mariposa. La mariposa de Tony.





Mentime

Todo es fake, pero ¿qué hace que unas fake le ganan a las demás?

¿Qué hace que la mayoría de los argentinos elija creerle a un payaso asesino como Milei —aunque sepa que está mintiendo, o más aún, complacida en ser engañada?

¿Muchos querrán vivir en la fantasía, en un sueño, aunque eso le cueste todo?

Si esos muchos no tienen nada, porque nunca lo tuvieron, porque lo que tenían lo perdieron en los últimos años o porque son chicos y los que tienen son sus padres, ¿qué les importa que Milei anuncie el ajuste más brutal de la historia, miles de despidos, cierre de hospitales y escuelas, viejos ultrajados, chicos de infancia violada?

¿Es realista reclamarles idealismo?

¿No es mejor vivir en un cuento vital, entusiasta, brioso, en la mentira de la libertad, que en un cuento con olor a viejo, deprimente, impotente, vacío, soporífero, que ni siquiera quienes lo cuentan se lo creen?


domingo, 15 de septiembre de 2024

sábado, 14 de septiembre de 2024

Una maldición

Vivo, soy yo, me realizo, existo, cuando me sumerjo profunda, totalmente en algo, tanto que no queda nada de mí afuera, y luego cuento qué fue lo que viví, escribiéndolo o enseñándolo —también con fotos, videos o dibujos.

El asunto está muy bien si uno se figura que me metí en una cueva submarina, un bosque a la noche, el modo en que los habitantes de la Polinesia conocían las corrientes marinas, la vida de una araña, los movimientos milenaristas entre los guaraníes o la anatomía de una hiena.

Pero no sé si resulta tan simpático para alguien con quien vivimos la aventura de meternos en una casa ajena, al enterarse de que conté todo lo que hicimos.

O no sé si le resulta entretenido a alguien darse cuenta de que lo que tiene conmigo, para mí es algo en lo que yo estoy sumergido para contarlo.

Bueno, nadie no; pero casi todas las personas que se enteran de esta maldición mía guardan una prudente distancia.


martes, 10 de septiembre de 2024

Democracia 2024

En aquel verano, enero, febrero de 2002, habían brotado muchas asambleas barriales. 

Como soviets, decíamos. 

Habíamos echado a los políticos, se habían ido todos.

Nos burlábamos.

En las discusiones parecía que Argentina se encaminaba a tener un gobierno hecho de las asambleas de vecinos. Mirabas de reojo al hincha de San Lorenzo que tenía puesta la camiseta y pensabas si iba a ser el Ministro de Deportes, y mirabas a la doctora jubilada, o jubiladísima, y marxista, militante y "ahí está la Ministra de Salud". 

Fue LISÉRGICO

Los políticos volvieron y se hicieron cargo.  

Pero ver los funcionarios de ahora.

Ese Marra, el matón estúpido. Ese otro que juega todo el día a la PlayStation. Esa que viene de tener un nailspa. 

¿No es más extremo aún que el sueño de las asambleas barriales en el poder?  


¿Entonces tuvimos éxito? 

¿Qué pasó? 

¿Y qué hacemos ahora?  

¿Qué espacios para hacer algo? 

¿Qué canales tenemos para que fluya nuestra acción?  

¿Las asambleas barriales? 


sábado, 7 de septiembre de 2024

Años después

 Cuando tenía 20 años veía a los viejos de 60 que escuchaban tango, tomaban vino con soda, decían siempre las mismas cosas y usaban gorra o ruleros, y me decían que era lo que ellos hacían a sus 20 años.

Entonces pensé que cuando yo y mis amigos tuviéramos 60, fumaríamos porro, nos iríamos a dormir a cualquier hora, nos emborracharíamos, nos zarparíamos con cualquier cosa, iríamos a escuchar bandas de rock, tendríamos fatos.

Pero ahora que finalmente voy para los 70, mis amigos no hacen nada de eso y no sé si tienen sexo, porque de eso no se habla.






viernes, 6 de septiembre de 2024

Junto al arroyo


Junto al arroyo, cuando ya se ha hecho de noche, Lady Cromwell y el Barón de Swanwick están sentados en el banco del parque que ha hecho instalar Lord Wilcott en la costa para observar el arroyo.

El Barón de Swanwick observa los árboles a su alrededor y dice:

— De noche los árboles cambian por completo. De día son pasivos, sujetos al universo. El viento los mece, el sol les seca las hojas, son los insectos los que producen la fecundación entre ellos. Sus colores se avivan sólo si la lluvia los moja. En cambio, en la noche, bajo las estrellas, sale de ellos su espíritu. Y todo lo perciben. Su oscuridad emana una presencia potente y llenan el aire con su fragancia.

Mientras habla, Lady Cromwell se dice a sí misma:

— ¿Por qué el Barón de Swanwick dice estas sandeces? ¿Por qué se siente autorizado a hablar como un poeta o un naturalista? Crea a alguien hablando así. Como si tuviera una audiencia que está fascinada con un actor. ¡Es tan ridículo!

Sus ojos se posan en el agua que corre lentamente por el arroyo y concluye:

— Estoy perdidamente enamorada del Barón de Swanwick, pero nadie en este mundo me causa más desagrado y enojo que la imagen que él tiene de sí mismo.

(De “Lady Cromwell”, de Gregory Hymes).


martes, 3 de septiembre de 2024

La consciencia del profesor Kant

El profesor Kant abandonó el mundo exterior y se encerró en su casa. Allí dentro, donde permanecía solo día tras día, cualquier dolor, el mínimo malestar, el que para cualquiera es desapercibido, para él eran las garras de la muerte. 

Sabía que nadie podía salvarlo.

La muerte que sentía aparecer le causaba espanto intelectual y pánico animal, el de la bestia que ve peligrar su vida.

Entonces su conciencia huía, se evaporaba, se le disipaba como un humo que flota en un ambiente cerrado cuando un ventarrón abre la ventana y sopla con violencia en el interior.


Los que abren

Cuando se hacen negocios, hay especialistas en abrir y especialistas en cerrar. Y luego, especialistas que llevan adelante el proyecto.

Típicamente, los que abren, una vez que abrieron, ya están buscando otro negocio para abrir. Ya se han olvidado del que abrieron cinco minutos antes.