Es inteligente no tomar las cosas “como dadas”.
Es inteligente desarmar lo que se nos dice.
Si nos ordenan “este es el límite”, podemos pensar:
¿Por qué acá y no más allá o más acá?
¿Por qué el límite?
¿Durante cuánto tiempo?
¿Quién lo pone?
¿Es para todos o para algunos?
Si nos ordenan: “esto es la democracia”, podemos pensar:
¿No puede ser de otra manera?
¿Si es el gobierno de todos, por qué hay tantos que están mal? ¿Deciden estar mal?
¿Es sólo una cuestión política? ¿No involucra la economía?
Quienes aceptan los límites como naturales
Quienes aceptan las ideas cerradas como incuestionables
Se someten a ellas
Están adentro de la Matrix
Si no nos atrevemos a pensar de modo crítico, aceptamos que nos esclavicen.
En este momento la idea de AI, Inteligencia Artificial, es como el cielo.
Está sobre todos.
No somos conscientes de hasta qué punta nos domina, no el jueguito o la herramienta que responde preguntas y dibuja a Milei con un león, sino la que maneja los turnos de la obra social, la distribución de agua, el sistema financiero entero.
Con esto, aceptamos una particular idea de qué es la inteligencia.
Nos convendría pensar un poco en eso.
De qué inteligencia estamos hablando.
¿Nos están sometiendo con la Inteligencia Artificial?
Si no somos capaces de pensar en cuál es la inteligencia que nos dictan, ¿no estaríamos teniendo en la AI la misma superstición que teníamos cuando pensábamos que la Iglesia nos decía la verdad (cuando la Inquisición destrozaba cuerpos en sótanos) o que la Ciencia nos decía la verdad (cuando su objetivo era enriquecer a los más poderosos y fabricar bombas que tiraba en Hiroshima)?
¿No nos están sometiendo con una particular, quizás sesgada, quizás maniquea, quizás bastante estúpida, idea de inteligencia?
¿No podemos cuestionar esta inteligencia?
¿No podemos salir del campo de esta inteligencia?
¿No podemos liberarnos de la inteligencia?
No hay comentarios:
Publicar un comentario