sábado, 17 de abril de 2010

Mago

El mago es buenísimo. Hace subir a una mujer, le pide la tarjeta de crédito, hace desaparecer la tarjeta de crédito y aparecer en la billetera de un muchacho. Luego la hace desaparecer de nuevo y le muestra que está allá: colgando de un hilo que cae desde el techo. Aplausos y la señora le pide la tarjeta. El mago le dice que no, lo lamenta pero no. Pide otro voluntario, la señora queda desorientada, no se quiere ir del escenario y el mago la destrata, "vamos, señora, pídale otra extensión a su amante". La echa del escenario. Tampoco trata muy bien al voluntario que ha subido. La risas y los aplausos se van apagando. Hace un número menor con el voluntario y lo despide, pero cuando el voluntario está al borde del escenario, le dice "señor, usted además de pelado y feo, es bobo: ¿dónde dejó su reloj?" El tipo se mira la muñeca y el mago le muestra que tiene su reloj. Aplauso parcial. El tipo vuelve a buscar el reloj y cuando se va, "espere, además de perdedor, usted es medio tarado", ¿con qué le va a pagar la cena a la señora aquella, que ya no tiene tarjeta de crédito?", y le muestra la billetera del señor. Y otra vez: "¿usted pasa vergüenza todo el tiempo?" y le muestra un pañuelo, monedas y unos papeles. Mientras el tipo está volviendo por tercera vez a buscar sus cosas, irrumpe en el escenario un grandote con cara de sanguíneo sacado, y caga a trompadas al mago.

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