domingo, 28 de abril de 2013

El Pato Cecchi


baldosa2.GIF 




Yo conocí como periodista a un par que estuvieron en la selección —a algunos los traté bastante. Pero tuve un solo amigo que jugó, el Pato Jorge Cecchi. Fuimos a la misma secundaria. Me enamoré de su prima. Era hermosa. Él jugaba en Boca. Me invitaba a que fuera a La Candela, la pasamos bien las dos o tres veces que fui. Jugó en la selección un partido contra Rusia. Yo lo vi desde la vereda de Carlos Pellegrini y Diagonal Norte, donde había un local de televisores (creo que aún está). Había otros cuantos mirando desde afuera el partido mudo en el televisor de la vidriera. Había unos crotos que después del partido se fueron a dormir arriba de los respiraderos del subte en la plaza frente al Obelisco. No entendés qué hacen los tipos durmiendo todos apretados en el piso de la pura intemperie hasta que te avivás que de adentro de la tierra sale aire caliente.




El Pato Cecchi jugó rebién, pero en Boca quedó marginado porque fue la época en que llegaron Diego, Brindisi, Escudero, Trobbiani, Morete, Graciani… y no volvieron a llamarlo. Una decepción más del fútbol argentino.



Agustín Rotsztain cuenta AQUÍ la historia del Pato Cecchi.