martes, 26 de diciembre de 2017

Sobre forzar


Creo que hay una diferencia crítica entre incidir sobre la realidad esforzándose por cambiarla y por otro lado, tratar de forzarla.

Uno puede esforzarse por llevar las cosas lo más lejos adonde pueden llegar, porque rindan todo lo que pueden rendir, porque sean todo lo fértiles que pueden ser, porque se doblen todo lo que pueden doblarse, porque crezcan todo lo que pueden crecer.

En cambio, intentar forzarlas es pretender que las cosas den lo que no es su naturaleza dar.

La primera maniobra puede resultar, la segunda jamás.

Ahora, me parece interesante que por naturaleza, los mandatos que no salen del corazón, los ovarios, los huevos, las musas, Dios o algo así, digamos de adentro, pertenecen indefectiblamente a la segunda categoría.


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