Cada vez Javier ve menos a la gente con la que no resultan
encuentros significativos.
Javier tiene 60 años. Hasta ahora tenía la Eternidad delante
de él, pero ahora tiene un par de décadas, de modo que ya se le agotó el tiempo
para tener relaciones que no sean significativas, incluso intensamente
significativas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario