domingo, 29 de marzo de 2020

Lo peligroso de los poetas


El Maestro Ibn Sĩna nos enseñó de esta manera:
“Los poetas, que no transigen granos ni vacas, ni espadas, que sólo beben licor y se olvidan de comer, esos seres inútiles como parásitos de la sociedad, sin embargo son el verdadero peligro. Los gobernantes más lúcidos lo saben y por eso los matan”.
“Pero ¿cuál es el peligro que entrañan estos espíritus, la mayoría cobardes, incapaces de levantar un martillo, inútiles a la hora del trabajo, molestos con su música y sus palabras a la hora en que todos quieren dormir?”, inquirió uno de sus discípulos.
Sin levantar la vida, el Maestro Ibn Sĩna respondió:
“Su amenaza consiste en que crean la realidad”.
“¿Y cómo es posible eso, Maestro, si no pueden siquiera arreglarse un zapato?”, le preguntó otro de los discípulos.
“Porque crean la realidad en sus delirios”, respondió el Sabio, y quedó callado.
Quienes estábamos allí nos mirábamos unos a los otros, preguntándonos con la mirada, a ver si alguien entendía la enigmática respuesta.
Quizás el Maestro esperó que pensáramos unos minutos por nosotros mismos, o quizás estuvo aquel tiempo buscando la mejor manera de decirlo. Al cabo, volvió a hablar:
“Os daré un ejemplo. Al escribir sus versos en contra del emir Sama' ad-Dawla, el escritor Ibn an-Nafis dijo: «Quien se acerque a él, sentirá que huele como las berenjenas que ya están pasadas». No es haberse opuesto al sultán lo que lo hizo peligroso, sino la calidad de lo que dijo, lo penetrante y corrosivo de la imagen sensorial que presentó, que luego se expandió hasta que finalmente la imagen del sultán fue primero contaminada y más tarde tomada por ella, afectándolo tanto que influyó grandemente en su ánimo y en el de sus oponentes. Y fijaos que es una imagen sólo surgida de la fantasía del escritor, porque en la realidad las berenjenas no hieden cuando se pasan. Sin embargo, nadie se fijó en eso, lo que la gente ya no se pudo sacar de la cabeza era una realidad que fue inventada por Ibn an-Nafis: que el sultán tenía el olor de las berenjenas pasadas”.






No hay comentarios:

Publicar un comentario