Mi cabeza —
No.
Va de nuevo.
Esta cabeza (porque no es “mi”; de eso se trata) piensa por sí misma.
Tiene subsuelos y en cada subsuelo trabajan, se entretienen, se agitan, se pelean entre sí, hacen orgías, deliran, pensamientos.
Y está la terraza, también (“este tiene gente en la terraza”).
Si me apuran o si estuviera más ocioso de lo que estoy, podría hacer la lista de los subsuelos, ponerle un nombre a cada uno por el tipo de pensamientos que están ahí.
“Sueños”, ponele.
Es decir, yo pienso lo que decido pensar, lo que me propongo pensar, pero eso es acá, en este lugar.
En la planta baja.
Es la más importante, claro, porque de estos pensamientos salen las decisiones que afectan a los demás.
No necesitan ustedes ser capciosos para decirme que son los pensamientos de los subsuelos y de la terraza, e incluso de otros lugares que no sospecho, los que mandan sobre los pensamientos conscientes.
Los pensamientos de cada lugar tienen decisiones propias.
Ellos me comandan, y ¿alguien los comanda a ellos?
En ocasiones visito un subsuelo.
Podría hasta decidir pasar una temporada en un subsuelo.
Podría mudarme allí.
Y no por eso estaría loco.
Podría andar con mi consciencia por los diferentes subsuelos.
Por supuesto que no podría percibir todos los pensamientos, y debe haber subsuelos —o, insisto, espacios que desconozco— en los que no puedo entrar.
Pero por muchos me puedo mover.
Podría dedicarme a eso cuando me jubile.
Hermoso dedicarse a eso! Lossubsuelos. Una forma de nombrarlos.
ResponderEliminarYo siempre los guardé y les dedique
Aunque la vida me lo impidiera
Siempre tuvieron un lugar
Esa fue mi libertad y legado para mis hijos
Queveo en pequeñas acciones cuidan como tesoro
Y,siiii la jubilación es algo que me vino como de otro lado y ahora que no se que pasará si me la sacan
Armare barricadas
Y hasta que te agarro un fusil
La libertad de la barricada
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