Quizás el camino que tenemos por delante no es pan comido.
Pero yo lo que digo que en el 2013 nos las vamos a arreglar sea
como sea.
Lo vamos a enfrentar como campeones.
Con lo que tengamos a mano.
El que no ponga las barbas en remojo para que las cosas salgan,
que después vaya a
llorar a la iglesia.
De acá en más, muchachos, remangarse, que los títulos
nobiliarios eran de utilería.
No le vamos a tener miedo a nadie.
Nos vamos a defender entre nosotros.
Haremos las cosas como sea
de cualquier manera
con ingenio
o con un poco de necedad
orgullosos de haberlas hecho si no salen muy bien
de cualquier manera
con ingenio
o con un poco de necedad
orgullosos de haberlas hecho si no salen muy bien
Y corriendo incluso el riesgo de que salgan bien.
Al que se le caigan los anillos en el 2013, va a ser peor
que al que se le caiga
el jabón en la ducha del presidio. Haremos aunque sea con un poco de inconsciencia.
Va a haber que correrse pal interior, que si no, no
arrancamos.
En el 2013, el que no sepa ir para adelante, se lo comen los
gusanos.
Vamos a encarar con fuerza.
Con garra.
Disfrazados de lo que sea.
Vamos a cantar:
Si el vigore va bene, avanti con el pene.
Si el vigore mengua, avanti con la lengua.
E si el vigore va nulo, avanti con el culo.
En el 2013 vamos a tener que encarar lo imposible.
Y me cago en la madre de Escrivá de Balaguer, pero sé que
somos nada
más que la porfía de estar vivos.
En fin, que el 2013 es nuestro.