lunes, 20 de enero de 2014

La necesidad


Vicente no soportaba la exigüidad de Martín. Se irritaba escuchándolo porque no encontraba que algo de lo que dijera tuviera sentido, un mínimo de trascendencia, un dejo de misterio, una pizca de gracia.
"¿Para qué vive?", se preguntaba Vicente. “Sólo vive para estar vivo el próximo año, y vivirá el año que viene para estar vivo el siguiente, y así. No aporta nada al mundo, no cambia nada de la realidad, sino que es un triste engranaje de la realidad que gira y gira para seguir siempre igual”.

A su vez, Martín sentía cierto desprecio hacia Vicente porque no concretaba nada. Sólo hablaba y hablaba, soñaba, prometía que haría esto o aquello, fabulaba lo magnífico que era determinado proyecto, pero no hacía nada por hacerlo realidad.

Vicente no entendía la necesidad de que una obra genialmente concebida fuera convertida en materia.

Martín no entendía la necesidad de que una obra tuviera otra dimensión que la material.



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