Un espectáculo vivaz y miserable, ver cómo las ratas abandonan el barco.
Cuando una rata abandona un barco al que se ha subido por ventajera, se le ve claramente el culo.
El culo de la rata es que no tiene su barco propio. No tiene una ética de la que está convencida, que decidió aceptar o creó.
Si la rata tuviera su barco, entonces habría navegado junto a barcos que llevan el mismo rumbo, pero no se habría trepado a otro barco.
Cuando una rata abandona un barco al que se ha subido por ventajera, se le ve claramente el culo.
El culo de la rata es que no tiene su barco propio. No tiene una ética de la que está convencida, que decidió aceptar o creó.
Si la rata tuviera su barco, entonces habría navegado junto a barcos que llevan el mismo rumbo, pero no se habría trepado a otro barco.
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