miércoles, 11 de enero de 2023

Argentina, 1985 es hoy

Hoy festejamos que el cine argentino sea reconocido en el mundo.

La película “Argentina, 1985” recibió un premio internacional muy importante.

Como dijo Darín, “hace un mes ganamos el Mundial de Qatar, hoy ganamos el Globo de Oro”.

* * *

“Cuando estábamos viendo ‘Argentina, 1985’ en la escuela de cine, escuché que una alumna mía le contaba a otra —tienen 27, 28 años— quién fue Jorge Rafael Videla. En este momento comprendí que la película tiene un timing histórico”, me dijo una profesora.

Al ver “Argentina, 1985”, a los más viejos se nos aparece ese pensamiento: los chicos no saben nada de esto.

Quizás sí saben, porque los caminos, las formas y los mecanismos de la memoria son más complicados que la simple presencia de datos del pasado.

La dictadura militar quedó muy fuerte en la impronta de las Madres y las Abuelas de Plaza de Mayo.

Sin embargo, lo que hicieron las clases dominantes y los militares, sólo es conocido por muy pocas personas, los militantes políticos, el progresismo.

En una charla con otro docente, un maestro de escuela primaria muy entusiasmado con Javier Milei, noté que él estaba en blanco cuando le comenté que la familia de Mauricio Macri se benefició mucho con la dictadura militar, igual que el diario Clarín y muchas de las grandes empresas que hoy dominan la economía argentina.

Me dijo que “no podemos vivir en el pasado”.

No es el pasado, es el presente.

La película “Argentina, 1985” habla del presente.

No hubo golpe de estado que destituyera un gobierno en Argentina estos años, pero sí en Bolivia, Brasil, Paraguay, Perú.

Y hay martillazos permanentes contra la democracia, con un aparato que usó al Estado para espiar a cientos de personas, con un poder judicial dictatorial, con las corporaciones privadas que deciden sobre la economía de cada familia.

El golpismo es un tiro en la cara a la vicepresidenta de la Nación.

Todo eso es presente.





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