— ¿Por qué te complicás la vida? —me dice un amigo— Las cosas son simples: si querés lo hacés, si no querés, no lo hacés.
Si antes lo creía medio abombado, con este comentario compruebo que mi amigo es 98% tarado.
Confunde simplificar con norteamericanizar.
Obvio que si yo supiera si quiero o no, lo hago o no lo hago.
Simplificar es poner una moneda, apretar un botón y obtener una lata de Coca.
La realidad es el proceso. Todo lo que hubo hasta que yo esté frente a la máquina expendedora, hasta la moneda, hasta la lata de Coca, etc.
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